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Público que acudió ayer tarde a la actividad '¡Bebamos!' celebrada en el Museo de La Rioja Sonia Tercero
Néctar de los dioses... y del arte

Néctar de los dioses... y del arte

¡Bebamos!' acerca al visitante las piezas más emblemáticas del Museo de La Rioja vinculadas al mundo del vino | Una treintena de personas participaron en esta actividad, en la que el Museo Vivanco colaboró con un taller sobre el uso del vino y la cesión de dos obras de Menchu Gal'

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Domingo, 20 de octubre 2019, 09:58

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El título de la última actividad del Museo de La Rioja -'¡Bebamos!'- es una invitación a profundizar en el mundo del vino a través del arte, en concreto de las piezas más emblemáticas del museo sobre este asunto. Y a esta invitación respondieron ayer una treintena de ciudadanos, quienes participaron en una visita guiada por este singular patrimonio, en un taller sobre el uso del vino y una cata final.

'¡Bebamos!' es fruto de una nueva colaboración entre el Museo de La Rioja y el Museo Vivanco de la Cultura del Vino, y es más que probable que vuelva a celebrarse en diciembre dado el éxito de la convocatoria, reconoce la directora del Museo de La Rioja, María Eugenia Santos González.

Vajilla empleada pen el simposio y copas barrocas de vidrio
Vajilla empleada pen el simposio y copas barrocas de vidrio Miguel Herreros

El recorrido museístico de '!Bebamos!' se introduce con una pequeña muestra etnográfica vinculada al vino y dos litografías de Menchu Gal (Irún, 1919-2008) cedidas para la ocasión por el Museo Vivanco. El director de este último, Eduardo Díez, explica que se trata de «dos paisajes relacionados con la vendimia riojana, concretamente de la Sonsierra, ya que la artista guipuzcoana estuvo muy vinculada a la Bodega Remélluri».

La visita como tal comienza a finales del Neolítico, ante dos vasijas decoradas con motivos zoomórficos procedentes del yacimiento de Partelapeña (El Redal). «Los excedentes de la agricultura se conservaban en estas piezas de barro modeladas a mano y cocidas», apunta María Eugenia Santos, para luego guiarnos al periodo celtibérico y, concretamente, a una de las piezas más emblemáticas de la cerámica riojana. Se trata de una vasija procedente de Contrebia Leucade con apliques de cabezas (foto de la izquierda), «que evidencian un uso más ritual y una simbología relacionada con la esencia del ser humano, del alma... algo que tiene mucha importancia en el mundo celtibérico».

Pero la primera pieza directamente relacionada con la elaboración del vino en la zona es una jarra de pico tribulado y decorada con círculos, encontrada en el Cerro de San Miguel (Arnedo). «Demuestra que las culturas indígenas celtibéricas ya estaban elaborando vino y sirviéndolo en la mesa». Y destaca la directora «una calidad tipológica muy interesante en esta jarra gracias al uso del torno y la forma tribulada del labio».

María Eugenia Santos y Eduardo Díez ante las dos litografías de Menchu Gal cedidas por el Museo Vivanco
María Eugenia Santos y Eduardo Díez ante las dos litografías de Menchu Gal cedidas por el Museo Vivanco Miguel Herreros

Ya de época romana se muestran dos vasos de uso ceremonial decorados con signos del zodiaco, ambos procedentes del Alfar de La Maja (Pradejón). «Incluyen la firma del alfarero -Cayo Valerio Verdullo-, lo que habla de talleres con mucha calidad en La Rioja».

Obligado es reparar también en piezas de terra sigillata romana, con usos tan curiosos como dos biberones del siglo II a. C. encontrados en Varea. «Evidencian la gran calidad de la materia, de la técnica y el gran volumen de fabricación», explica María Eugenia Santos.

El primer recipiente de vidrio que asoma en el recorrido también es de tiempos romanos y procede de Varea. Se trata de una curiosa jarra de vidrio soplado en cuya base figura la decoración de un ciervo. «La técnica procede de Siria pero ya no se relaciona con producciones de lujo (perfumería) sino con el uso doméstico (jarras, vasos)».

La visita se prolonga por diferentes momentos históricos hasta alcanzar el barroco, donde el visitante repara en la loza de los servicios de mesa de la época, en las piezas de plata de uso eucarístico o en el enorme lienzo procedente del convento de San Antonio de Nalda en el que se muestra la cena (con el correspondiente ajuar doméstico) de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís en el refectorio de San Sixto en Roma.

Ritón egipcio y recipiente griego con la imagen de la diosa Hathor
Ritón egipcio y recipiente griego con la imagen de la diosa Hathor Miguel Herreros

Del ritón al porrón

La parte más didáctica de '¡Bebamos!' tiene lugar en el taller de restauración, donde Eduardo Díez ilustra sobre el uso del vino (su condición ceremonial y como alimento) y sobre cómo se ha bebido a lo largo del tiempo. Y lo hace a través de reproducciones de piezas originales del Museo Vivanco, lo que permite a los visitantes beber de las propias copas y catavinos allí expuestos. Entre otros, un ritón egipcio rematado con una cabeza de carnero, un recipiente griego con la representación de la diosa Hathor, copas de vidrio soplado de los siglos XVII y XVIII, dos catavinos bordeleses originales e incluso un porrón. Destaca el despliegue de vajilla grecolatina vinculada a la celebración del simposio, con la crátera, la hidria, las jarras de vino y el kylix.

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