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La actriz posaba en 2007 en la presentación de 'La duda', un montaje teatral basado en 'El abuelo', de Benito Pérez Galdós. :: Paco Campos / Efe
Nati Mistral, genio y figura

Nati Mistral, genio y figura

La temperamental y versátil actriz, cantante y bailaora, pionera de los grandes musicales, muere a los 88 años

MIGUEL LORENCI

Madrid

Lunes, 21 de agosto 2017, 00:24

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Como el fiero y frío viento del noroeste al que alude su apellido, Nati Mistral era todo temperamento. Batalladora, activa y polifacética, desplegó tanto genio como figura en medio siglo de carrera en la música, el teatro y el cine. Natividad Macho Álvarez en su DNI, Nati Mistral para el mundo de la farándula, nos dejó ayer. Tenía 88 años y llevaba meses en un delicado estado de salud, tras sufrir un derrame cerebral. Mordaz, osada e indomeñable, la actriz, cantante y bailaora que contaba chistes a Franco y decía siempre lo que pensaba se declaraba «española, madrileña y monárquica». Nunca ocultó su simpatía por la «derechona» y se jactaba de que nadie nunca le hiciera callar.

Desarrolló una larga y desigual carrera con sus mejores momentos en la segunda el mitad del siglo XX. Alternó la canción, del cuplé y la copla al muy castizo chotis, con las tragedias clásicas. El cine con la revista y la zarzuela con los recitales poéticos. Alejada de los escenarios y los focos, siguió dando muestras de su fuerte temperamento en platós de televisión y revistas del corazón.

La versátil y temperamental artista destacó en una generación de folclóricas plena de talento, con Lola Flores, Carmen Sevilla, Concha Piquer, Rocío Jurado o Juana Reina. Tomó su nombre artístico de la chilena Gabriela Mistral, poeta a quien su madre idolatraba, para llevar por el mundo grandes dramas y versos, de Lope de Vega a García Lorca, a quien interpretó infinitud de veces.

«Deja la huella de su temperamento y su calidad artística en la escena española»

MARIANO RAJOY

Lope y Lorca

Recorrió España y América llenando teatros desde finales los cuarenta a principios de los noventa. Tocó todos los palos escénicos, de la tragedia a la comedia, pasando por la zarzuela, las variedades y el musical, género que introdujo y engrandeció en España. Primera cantante española presentada en la británica BBC, cumplidos ochenta años seguía ofreciendo recitales. Con 'Cantares, poemas y bailes de España' se despidió en Buenos Aires recitando a Lope, Rafael de León o Lorca, e interpretando sus canciones favoritas: 'Yo vi llorar a Dios', 'Gracias a la vida', 'Sueño imposible' y 'Balada para un loco'.

De humildísimo origen, había nacido en Madrid el 13 de diciembre de 1928. Estudió canto y subió de niña, con un Shakespeare, al escenario del Teatro Español. Un premio radiofónico ganado con 15 años fue su catapulta en la gris España de la posguerra. Había cantado un fado en Radio Madrid y su talento no pasó inadvertido para Manolo Caracol y Lola Flores, quienes la contrataron para formar pareja artística con Tony Leblanc en su compañía.

«Dedicó toda su vida a los escenarios de España y América. Su trabajo no dejó indiferente a nadie»

ÍÑIGO MÉNDEZ DE VIGO

Su gran oportunidad llega en 1948, cuando 'Los Vieneses', Arthur Kaps y Franz Johan, le ofrecen una gira por Europa. Pasa cinco años en Alemania, con varias temporadas en el Operetten House de Hamburgo. Rehizo allí su decaído ánimo tras la ruptura aquí de su relación con Tony Leblanc, que la dejó plantada poco antes de la boda. Se casaría en 1959 con Joaquín Vila Puig, industrial barcelonés que fue el gran amor de su vida, y que murió en 2014.

En los cincuenta triunfa en el teatro de la mano de Luis Escobar, actor, director y empresario teatral que le permite encadenar éxitos con revistas como 'Te espero en el Eslava', 'Ven y ven al Eslava', 'La Bella de Texas' y 'La Perrichola'. En los sesenta triunfa con la primera versión del musical 'El hombre de La Mancha' que abría aquí la poco explotada veta del los grandes musicales.

Alterna luego zarzuelas como 'La corte del Faraón' con dramas como 'Fortunata y Jacinta', 'Bodas de sangre' y 'Anillos para una dama'. Con 'Divinas palabras', de Valle-Inclán, anticipó éxitos como 'Medea', 'La malquerida', 'La Celestina', 'La Dorotea' e 'Inés desabrochada'. En Argentina fue empresaria de su propio teatro, el Avenida de Buenos Aires, con el actor Alberto Closas. Reaparecía en España en los ochenta con 'Isabel, reina de corazones' y 'La Chunga' de Vargas Llosa. En los noventa abordó el musical 'Hello Dolly' para cerrar su carrera con 'Nati Mistral. Punto' y 'Café cantande', de Antonio Gala.

«Grande. Grande. Inolvidable su 'Divinas Palabras'. Mi respeto»

RAPHAEL

Como cantante reivindicó del cuplé cantando todos sus títulos icónicos desde los años veinte: 'Mimosa', 'Rosa de Madrid', 'Frou... frou', 'Monísima' o 'Polichinela'. Menos recorrido y reconocimiento tuvo su carrera en el cine, en el que debutó en 1946 con 'Las inquietudes de Shanti Andía'. De pequeños papeles pasó a protagonizar títulos como 'María Fernanda, la Jerezana', 'La Nao Capitana', 'Currito de la Cruz', 'Cabaret', 'Mis Buenos Aires queridos', 'Canciones de nuestra vida' o 'Frutilla', su última aparición en la gran pantalla en 1980.

Jalonó su carrera con galardones como el Premio Nacional de Teatro (1997), el Mayte de Honor (2006), el José Isbert y la Medalla de Oro de las Bellas Artes concedidos (2007).

Sin pelos en la lengua, desde «la tele de lo obispos», como ella llamaba a 13TV, fustigó con descaro a Pablo Iglesias, dirigente de Podemos a quien se refería como «eso» o «el chico de las fotocopias». Reclamó a la entonces alcaldesa de Madrid, Ana Botella, recurrir al ejército para garantizar la limpieza de la las calles de Madrid y acusó de hacer el juego a los masones a un Mariano Rajoy que ayer la despedía con admiración.

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