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La escritora Antònia Vicens. EFE
«No puede haber presos políticos en una democracia»

«No puede haber presos políticos en una democracia»

La escritora mallorquina Antònia Vicens consigue el Premio Nacional de Poesía por su libro en catalán 'Tots els cavalls'

Álvaro Soto

Madrid

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Jueves, 1 de enero 1970

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El jurado del Premio Nacional de Poesía ha concedido el galardón de este año, dotado con 20.000 euros, a la poeta mallorquina Antònia Vicens (Satanyí, 1941) por su poemario 'Tots els cavalls'. «Es bueno que se haya premiado una obra en catalán, aunque no hubiera sido la mía, y es verdad que se puede interpretar como un gesto político», explica la autora.

Según el jurado, la obra de Vicens destaca por «una vocación poética que contempla toda una vida a través del tamiz de una expresión seca, dura, inquieta y fulgurante». Escritora de larga trayectoria, Vicens recibió su primer reconocimiento en el concurso literario de Cantonigròs con la recopilación de relatos 'Banc de fusta'. En 1967 obtiene el Premi Sant Jordi por la novela '39º a l'ombre' y entre sus libros en prosa se encuentran 'La Santa', 'Terra seca', 'Febre alta', 'Lluny del tren', 'Ungles perfectes' o 'Ànima de gos', además del volumen de cuentos 'Tots els contes'.

Su trayectoria poética comenzó en 2009 con 'Lovely', y después llegaron 'Sota el paraigua el crit' (2013), 'Fred als ulls' (2015) y el premiado ahora 'Tots el cavalls'. En colaboración con Josep Maria Llompart escribió el libro de memorias 'Vocabulari privat'.

Vicens ha recibido los premios más prestigiosos de la literatura catalana: el Sant Jordi, el Ciutat de Palma, el Constantí Llombart y el Ramon Llull, además de la Creu de Sant Jordi y el Premi de Cultura de la Generalitat de Catalunya por su trayectoria. Fue vicepresidenta de la Associación d'Escriptors en Llengua Catalana en Baleares y socia de honor de esta institución.

Sin embargo, rechazó un premio que le quiso otorgar el Ejecutivo de Baleares de Jaume Matas por su desacuerdo con la política lingüistica del expresidente popular, aunque asegura que no rechazará éste. «También aceptaría un premio del Gobierno francés», afirma, antes de decir que se siente más representada por la Generalitat de Cataluña que por el Gobierno central. «Mi capital cultural está en Barcelona, pero tengo esperanzas en este Gobierno socialista de Madrid», asevera.

«Matas pretendía separarnos, quiso extender la idea de que cada isla tenía su propio idioma: el mallorquín, el ibicenco... Somos cuatro islas perdidas en el mar y lo que nos une es una lengua, el catalán, que también hablan en Valencia. Todos bebemos del mismo diccionario. En España tampoco hablan igual en Castilla-La Mancha y en Castilla y León, pero todo se considera el mismo idioma», asegura.

«Desde un pequeño rincón de Mallorca», como ella misma dice, Vicens no oculta, en la actual situación política, su compromiso con el derecho a decidir de Cataluña, un asunto que considera «material precioso» si se decidiera a escribir sobre él.

«En democracia no puede haber presos políticos y se debe respetar el veredicto de las urnas. Estoy a favor de la independencia de Cataluña si es lo que vota la gente. Todo el mundo vio lo que pasó el 1 de octubre», subraya Vicens, que no cree que sus declaraciones puedan generar una oleada de críticas contra ella: «Yo creo en la libertad de expresión y desde luego, con mis palabras no voy en contra de Madrid ni de los españoles».

Literariamente, Vicens asegura que la inspiración para 'Tots els cavalls' parte de un sueño: cuatro caballos de color blanco, rojo, negro y amarillo, los caballos del Apocalipsis. «Los desposeídos, las personas que están en la basura, también tienen sueños. Aun así, no creo que haya ahora más sufrimiento que antes, pero creo que en cuestión de derechos humanos, no estamos avanzando; al contrario, me parece que estamos retrocediendo», destaca.

En general, la autora mallorquina cuenta que escribe de lo que coge por la calle. «Y lo paso a palabras para intentar explicarme el mundo a mí misma», apunta. «Las palabras me han dado respeto, libertad y amor. Lo importante en la vida es amar, no que te amen», concluye.

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