Festival Actual

El libro de familia de Valeria Castro

La cantante canaria vestía de blanco, como simbolizando la pureza, y ciertamente su música está exenta de artificios, es básica y su valor reside en lo esencial. Quizá por eso mismo canciones como 'La raíz' han sido de las más ovacionadas. El repertorio ha ido ganando intensidad, de manera que una de las canciones con más fuerza y más emocionantes ha sido 'Cuidate', dedicada a su familia, en la distancia, pues la artista es natural de la isla Canaria La Palma. A continuación ha cantado, tocando el teclado, la canción que da título a su disco, 'Con cariño y con cuidado', dedicada a sus padres. Y la siguiente, 'Cómo te voy a olvidar', la ha interpretado ella sola a la guitarra en un formato íntimo que ha terminado de quebrar la fuerza que había conseguido imprimir al directo.

Salvo alguna excepción, con más ritmo, en general Valeria Castro ha ofrecido una música casi de copla moderna, con tonos muy suaves, letras y sonidos muy similares cantando a la familia, a la vida, a la cercanía. Ciertamente hay que reconocerle la huida de los lugares comunes y una apuesta por, si no otros temas, al menos sí otra manera de afrontarlos. Y aunque el único disco de la artista cuenta con una decena de canciones (más un EP anterior de cuatro), el repertorio solo ha contado con una versión. «También me gusta cantar lo que escribieron otros», ha justificado Valeria Castro antes de interpretar un monumento como 'Todo cambia' de Mercedes Sosa.

Tras algo más de una hora de concierto Valeria Castro terminado con 'La corriente', si bien no ha llegado a desaparecer del escenario ni 30 segundos para hacer, a continuación, el aclamado bis. Entonces ha tocado 'Guerrera', dedicada a sus dos referentes vitales, su madre y su abuela. Y es que la familia Castro ha estado muy presente en la música y el directo de Valeria. Y ha finalizado, ya con el público en pie, con 'Lo que siento', tras la cual ha sido despedida con grandes aplausos.

El primer gran concierto de Actual, el de Valeria Castro, sin duda ha estado bien ejecutado, pero quizá ha sido una apuesta sin riesgo, muy neutra, políticamente correcta en exceso, como si hubiera que pasar de puntillas y, sin duda, se ha pasado, porque emocionar, arrancar un verdadero sentimiento a alguien que haya escuchado un par de veces al menos a Violeta Parra, eso no lo ha conseguido. Ha sido un buen concierto, pero no inolvidable. No ha defraudado pero tampoco sorprendido.