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La fauna riojana en el objetivo

Fotografía ·

Fernando Evangelio atesora una colección de miles de imágenes de animales fruto de una afición que practica desde joven

Javier Ezquerro

Logroño

Martes, 16 de febrero 2021, 07:51

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No hay fin de semana o rato libre en el que Fernando Evangelio no coja su cámara fotográfica y se tire al monte a retratar animales. Solo puede impedírselo su otra gran afición, la caza, de la que es también un devoto seguidor. El caso es que los animales y el contacto con la naturaleza son su gran pasión y, como dice él, «soy el primer interesado en su conservación, no son cosas incompatibles». Los miles de fotografías de fauna riojana que atesora dan fe de ello. «Puedo llegar a hacer unas 10.000 fotos al año de media», calcula.

Aunque no muy conocido más allá de los círculos en los que se mueve habitualmente, Evangelio es sin duda uno de los grandes fotógrafos aficionados de fauna que hay en La Rioja. No frecuenta concursos, aunque ganó hace unos años el convocado en Nieva de Cameros, y tampoco organiza exposiciones ni es amante de ceder sus imágenes para publicaciones, pero sí que mantiene desde hace años una cuenta en Facebook en la que ha publicado buena parte de sus trabajos y también en Instagram.

Los ciervos son el elemento predominante en sus fotografías, pero en su catálogo abundan también corzos, alimoches, ánades, buitres, lagartos y mustélidos, sin descartar tampoco otros motivos como pueblos abandonados, antiguos chozos de pastor o puentes. «Los ciervos son muy abundantes y más fáciles de ver, por eso tengo tantos, pero me gustan más los corzos y también disfruto mucho con los mustélidos y las aves», confiesa repasando su colección en su casa de El Rasillo, base de operaciones en muchas de sus salidas a la montaña riojana.

No oculta tampoco que le gustaría fotografiar a lobos, ahora que su presencia parece ser regular en La Rioja, pero esa es una pieza muy difícil de cobrar. «Se necesita una gran cantidad de tiempo de la que no dispongo», señala apuntando así a uno de los hándicaps del fotógrafo amateur, la falta de tiempo para exprimir hasta la última gota de su afición. Porque es necesario invertir muchas horas para encontrar a los animales, pero también hay que esperar para que luzcan su mejor pose o aguardar a que las condiciones de iluminación sean las idóneas. «Las mejores horas son las del amanecer y del anochecer, pero la luz a esas horas escasea y no suele ser la mejor para hacer fotos a los animales», apunta Evangelio.

Tras años practicando un hobby que inició cuando era adolescente, Evangelio goza de una posición privilegiada para opinar sobre la salud de la fauna riojana, que cree «muy diversa y rica» en la actualidad. «Este invierno –recuerda– hasta hemos tenido una gran bandada de grullas que han parado en los embalses de Cameros a descansar en su migración hacia África». Todo un espectáculo de la naturaleza que él pudo disfrutar en primera línea con su cámara.

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