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España, atrapada en la «trampa intergeneracional» entre padres e hijos

Un informe de la OCDE desvela que el 55% de los adultos con progenitores sin estudios secundarios tampoco alcanza ese nivel educativo

ÁLVARO SOTO

Miércoles, 12 de septiembre 2018, 00:39

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madrid. El ascensor de la educación en España se está atascando, aunque nunca ha llegado a funcionar plenamente. El informe Panorama de la Educación 2018, publicado ayer por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), muestra que España es uno de los países en los que la formación de los progenitores resulta más determinante respecto a la que tendrán sus hijos. El 55% de los adultos cuyos padres no superaron el Bachillerato o la Formación Profesional tampoco alcanzaron ese nivel educativo. Y no sólo se trata del sueldo de los padres, sino que tiene que ver, más bien, con sus aspiraciones vitales: los cabezas de familia con mayores expectativas dedicarán más esfuerzos a la formación de sus hijos (clases particulares, viajes al extranjero), lo que les permitirá a éstos alcanzar cotas más altas.

A todo esto la OCDE lo denomina «la trampa intergeneracional» y la entidad internacional advierte de que esta situación puede provocar «altos niveles de desigualdad» en el futuro. El informe confirma que cuanto más elevado es el nivel educativo, mejores son los resultados en empleo y salarios. Las tasas de empleo en España, para todos los niveles de formación, son más bajas que el promedio de los países de la OCDE y de la UE22 (los 22 países de la Unión Europea que también son miembros de la OCDE).

«Los niños de entornos desfavorecidos tienen menos probabilidades de acceder a la educación superior», insiste el informe presentado ayer. Por el lado contrario, también se encuentran experiencias exitosas: el 24% de los hijos de padres que no tienen el Bachillerato logran un título académico.

El documento de la OCDE, con datos de 2015 a 2017, ofrece una perspectiva sobre los alumnos del sistema educativo español. Uno de cada cinco jóvenes (el 19,9%) es 'ni-ni', ni estudia ni trabaja, aunque la cifra ha caído tres puntos respecto al informe del año pasado. El 51,2% de los jóvenes estudia y el 28,9% no estudia, pero sí trabaja. En estos tres parámetros la OCDE registra entre sus miembros el 13,4% de 'ni-nis', el 47,4% de jóvenes que estudian y el 39,1% de jóvenes que no estudian pero trabajan. En la parte positiva, el número de españoles de entre 20 y 24 años que sigue estudiando ha aumentado 17 puntos porcentuales en el periodo 2007-2017.

España se sitúa entre los países de la OCDE con menor porcentaje de alumnos matriculados en ciclos formativos de Grado Medio de Formación Profesional. Sólo el 35% de los estudiantes eligió esta opción en 2016, frente a la media de la OCDE, donde se alcanzó el 44%, y de la Unión Europea, donde esta tasa se elevó hasta el 48%. Finlandia, Países Bajos, Italia y Reino Unido son los Estados en los que más alumnos eligieron FP.

El documento, que analiza anualmente los sistemas educativos, su financiación y su impacto en el mercado de trabajo, vuelve a dejar en mal lugar a la FP en España, y más a la FP Dual. Este sistema, que combina la formación teórica en un centro educativo con la actividad práctica en las empresas, sólo es escogido por el 1% de los alumnos españoles, frente al 31% en Alemania, líder en este tipo de estudios. «Los programas de FP son un itinerario valioso para acceder al mercado laboral o continuar formándose», subraya el documento.

España alcanza una mejor valoración en otros campos, como la escolarización temprana, donde el país tiene algunas de las tasas más altas de las analizadas por la OCDE. En 2015, el 96% de los niños de 3 años ya iba al colegio, 20 puntos por encima de la media de la OCDE, que se encuentra en el 76%, y también superior al dato de la UE22, donde se alcanza el 82%.

Para los jóvenes que no han completado la segunda etapa de Educación Secundaria (FP de Grado Medio o Bachillerato), la tasa de desempleo es del 28%, frente al 18% de aquellos que sí lo han hecho y el 14% para los que tienen Educación Superior (FP de Grado Superior o Universidad), según datos de 2017. El promedio de países de la OCDE y de la UE22 sigue esta misma tendencia, con el 15% y 18% en el primer caso, el 8% y 9% en el segundo y el 6% en el tercero, según los datos del informe.

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