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PABLO GARCÍA-MANCHA - CRÍTICA DE TOROS
Lunes, 10 de diciembre 2018, 23:34
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Diego Urdiales dejó una tarde llena de detalles toreros ante los tres astados que hubo de estoquear en la madrugada del domingo en la cuarta función de la temporada grande de la plaza de toros México. El diestro riojano se enfrentó ante sendos ejemplares muy serios de Xajay que apenas le dieron oportunidades para redondear ninguna faena. Toreó con sumo gusto con el capote al primero, un toro que tuvo un pitón derecho más o menos potable y al que cuajó dos series importantes, pero que terminó desfondándose mediada la actuación. El público de la capital mesoamericana lo trató con enorme respeto y coreó con entusiasmo dicho manojo de lances. El segundo de sus toros también pareció que le iba a dar alguna opción y lo lanceó muy lentamente al natural, pero su falta de fondo y casta hizo que echara la persiana en la primera parte de la faena y a partir de ahí el riojano nada más pudo hacer. Tuvo que lidiar el segundo toro de 'El Payo', ya que no se recuperó de la voltereta sufrida en su primero. Y fue, sin duda, la labor más complicada de la noche, ya que el ejemplar de Xajay fue en extremo complejo porque no repitió un lance igual en ningún momento de la faena. De pronto embestía recto, con la cara a media altura y soltando tornillazos y en mitad del fragor de la faena, regalaba una embestida más potable. Un toro muy complejo al que acabó imponiéndose pero con el que lograr una faena lucida iba a ser imposible.
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