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Viernes, 18 de mayo 2018, 23:55
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«Todos somos diferentes y tenemos muchísimas capacidades», señaló Gamarra, convencida de que la plena inclusión es responsabilidad «de toda la ciudad». José María Cano declaró: «Más que cómplice, soy partícipe: tengo un hijo autista de 22 años». Acto seguido reflexionó sobre la discapacidad: «El ser humano es muy absurdo, egoísta. Nos agobia mucho la soledad, cuando hacemos lo que queremos si estamos solos. Mi hijo disfruta de la soledad». Cano también admitió: «Me siento afortunado de ser padre de un niño con capacidades especiales», aunque señaló puntos negativos, como que «la incomprensión es profundamente molesta y puede generar situaciones dramáticas». Y es que, declaró, «el cerebro es un músculo sobrevalorado, el ser humano se debería valorar por su capacidad». Como valoración final, Cano sentenció: «Por favor, plena inclusión. Claro, cómo no».
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