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El actor británico Tom Hardy.
Tom Hardy: «El mundo es un caos y el cine debe representar ese caos»

Tom Hardy: «El mundo es un caos y el cine debe representar ese caos»

El actor británico, con una vida marcada por las adicciones, regresa este viernes a las pantallas con 'El niño 44'

maría estévez

Domingo, 21 de junio 2015, 07:37

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Con un look entre Paul Newman y Marlon Brando, el actor británico Tom Hardy destila intensidad en persona y en la ficción. Su pasado con las drogas y el alcohol se parece a la de Robert Downey Jr, pero él insiste en que todas las adicciones ya están superadas. La vida de Hardy es digna de una película; a los trece años se emborrachó por primera vez, a los quince le expulsaron del colegio por robar un Mercedes y tener un arma. Después vendrían sus problemas con el crack, el alcohol, un matrimonio fallido, un hijo y otra separación. Pero también el éxito, los primeros papeles. Y la polémica. Hardy declaró en un periódico que bebía y se metía de todo, además de mantener relaciones con todo lo que se movía, sin importar sexo, edad o inclinación política. Una temporada en rehabilitación finalmente le cambió. Criado en Hammersmith, barrio pudiente de Londres, su padre es escritor y aunque pudo convertirse en modelo siempre se negó. Con las cicatrices de la experiencia tatuadas en el cuerpo Hardy se reinventa en el cine: ha estrenado 'Mad Max: Fury Road' y este viernes llega a las pantallas con 'El niño 44'.

¿Por qué decidió interpretar esta cinta?

Me sentí empujado por las circunstancias. Siempre me han fascinado los personajes misteriosos que no tienen oportunidad de mostrar su voz porque están escondidos bajo rocas. La sociedad los empuja a las esquinas y ellos no se atreven ni a hablar ni a quejarse. Me gusta buscar protagonistas a los que nadie quiere mirar.

'El niño 44' fue vetado en Rusia porque pone de relieve la corrupción en los años 50...

A mí me gusta Rusia, pero fue una pena no haber podido ir a rodar allí y conocer a la gente, su cultura y su historia. El filme se sitúa en un periodo después de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial.

¿Cómo se preparó para interpretarlo?

Mucha de mi preparación ocurre en mi cabeza, lo que me sucede cuando leo el guión y pienso en el personaje y la vida que lleva. Cada personaje es distinto y no tengo un método determinado. Lo malo de trabajar tanto es que últimamente no tengo tiempo para prepararme como me gustaría, por lo que debo tomar decisiones precipitadas.

Esta es una historia compleja, con personajes contradictorios...

El director tiene la habilidad de representar la realidad de los personajes con profundidad y humildad al mismo tiempo que construye una atmósfera interesante y completa. Cuando tengo la oportunidad de interpretar papeles en tres dimensiones siento que me ha tocado la lotería. Luego está el equipo de actores. Noomi Rapace y yo somos buenos amigos y hemos estado buscando proyectos en los que trabajar juntos. Gary Oldman está soberbio, es la guinda a este pastel. Estamos hablando de un grupo de actores de talento, divertidos, capaces y comprometidos con su profesión. Noomi es capaz de hacer cualquier cosa que se proponga, es una mujer imparable por su coraje, su autenticidad y su generosidad. Es increíblemente profesional y tenerla en el equipo fue un deseo hecho realidad. Ella mantenía la bandera en lo alto cuando todos los demás estábamos cansados.

Cuando le toca interpretar un personaje complejo, un hombre que esconde sus emociones, se identifica con él...

He rodado 'El niño 44', 'Locke', 'La entrega', 'Mad Max: Fury Road' y siempre me enfrento a mis personajes desde mi propia experiencia. En realidad son las emociones humanas las que me unen a los personajes. Siempre trato de pensar qué les lleva a tomar tal o cual decisión al final y eso es precisamente lo que ocurre en el filme. Medito en los personajes, en mi vida, en detalles especificos. Suelo exfoliar el personaje hasta llegar a su corazón para saber cómo necesito representarlo.

Suele invertir tiempo en la imagen de sus personajes. Se ha convertido en un tipo duro, desarreglado y sin embargo siempre atractivo...

Siempre exploro cómo visten los personajes porque eso informa de su personalidad, aunque a veces no tenga mucho sentido (se ríe). Todos nos expresamos con la ropa que vestimos, mostramos nuestro humor en los colores. Yo no me preocupo mucho porque con una cazadora y una gorra voy siempre escondido y a cubierto (se ríe).

¿Le cuesta no juzgar a los demás?

Por supuesto que lo hago. Es importante juzgar para aprender a no hacerlo, uno tiene que elegir no ser una persona sentenciosa. Todos nos mentimos, ¿o no?

Como actor, ¿cómo se calificaría?

Elijo fijare en características que me inspiran, me siento como un Charles Bronson, quiero encontrar papeles divertidos, que me hagan reír que me interese llegar con ellos hasta el final. Siempre que me meto en la piel de un personaje me aterrorizo, todo me asusta, dudo de mí mismo, me siento inseguro. No quiero aburrir al publico. Como ser humano unas personas me afectan y otras no.

Ha pisado el acelerador en su carrera...

Tengo una suerte de mil demonios. Los hombres se vuelven más interesantes con la edad, sobre todo si eres capaz de interpretar escenas de humor. Uno tiene que invertir en ser honesto, como Robert de Niro en 'La Mision', donde comete un error glorioso, matar a su hermano, y tiene que pagar por ello. Lo jode todo tan mal que humanamente es imposible rectificar. Ese personaje es, para mí, mucho más interesante que interpretar a Sir Lancelot en la historia del Rey Arturo. Odio las historias 'formula', cortadas como una galleta y donde nunca pasa nada malo. Esas películas pasteurizadas como el queso son aburridas y yo no estoy dispuesto a interpretarlas. El mundo es un caos, el cine debe mostrar historias que son un caos con personajes en tres dimensiones e interesantes.

¿Tiene intención de volver al teatro?

Claro que sí. No quisiera dejarlo nunca. Si te gusta el teatro, es tu alimento y lo necesitas. Yo no confío en los actores que no han hecho nunca teatro. Para cualquier interprete, es lo más especial del mundo.

¿Le alegra que el éxito no le hubiera llegado antes?

Lo saboreé cuando estaba en la escuela de interpretación, luego otra vez con mis primeros papeles, luego estuve en rehabilitación (se ríe) y vuelta a empezar. Una década después estoy aquí con mi lección bien aprendida. Tardé en regresar pero lo conseguí. Estoy muy agradecido de estar vivo.

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