Borrar
Escena de la versión de 'La casa de Bernarda Alba' con reparto masculino. M. MALO
Bernarda Alba con elenco masculino

Bernarda Alba con elenco masculino

El riojano Pedro Rubio interpreta a Angustias en una peculiar versión de 'La casa de Bernarda Alba' | El teatro La Encina de Madrid acoge hasta el 29 de diciembre una de las obras más conocidas de Federico García Lorca

MARÍA MALO

MADRID.

Jueves, 7 de diciembre 2017, 18:33

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Bernarda enviuda a los sesenta años por segunda vez. Acude al funeral con sus hijas y, mientras todas están en la iglesia dando el último adiós al patriarca de la familia, la Poncia, la criada más fiel a Bernarda, aparece en escena. Mordisquea un chorizo mientras habla del funeral, de su señora y de las hijas de ésta. En la siguiente escena Bernarda, acompañada de sus cinco hijas, cubiertas con velos negros, aparece en un ambiente lúgubre y de profunda tristeza.

Hasta aquí todo normal. Podría decirse que ésta es una versión más de las tantas que se han representado de Federico García Lorca en el teatro. Pero no. O, al menos, no del todo. El espectador no quedará indiferente cuando, tras despojarse de la vestimenta bajo la que ocultan sus rostros y sus ropajes, tanto Bernarda como sus cinco hijas (Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela) son hombres, todos con barba y ataviados con traje y corbata.

Angustias es la primogénita, cuyo personaje interpreta el riojano Pedro Rubio. «Meterse en el papel fue complicado. Me fui a casa de mi abuela Carmen en Ortigosa para buscar objetos que pudieran trasladarme a esa época». Tanto es así que el retrato de Pepe el Romano, objeto al que recurren en la obra, y una tela de hilo los encontró rebuscando entre las cosas de sus antepasados: «Pasas de llevar un objeto en la mano que está muerto y no dice nada, a llevar algo que han llevado tus antepasados». De hecho, conocer su ascendencia le ha permitido imaginar cómo eran en realidad sus hermanas en la ficción. «He visto fotos de mis tías, las hermanas de mi abuelo Jesús, que eran solteras, vestían de negro y podrían ser Angustias, Martirio y compañía». Rubio tiene claro el paralelismo entre la Ortigosa de 1936 y el pueblo andaluz en el que transcurre obra. «Sí que se habla de las clases sociales, del dinero, de la dote, de la intimidad de la mujer, del escándalo que suponía un embarazo fuera del matrimonio... Todo ello también fue importante en la época de mi abuela Carmen».

Tampoco fue una tarea sencilla meterse en el papel de una mujer. Reconoce que «es difícil encontrar el equilibrio entre dos líneas rojas: no quiero un hombre afeminado, y tampoco quiero un macho. Quiero que Bernarda pegue a sus hijas como una madre pegaría a su hija, no como un hombre pega a otro hombre», explica Rubio. Precisamente, por ser un «drama de mujeres en los pueblos de España -como apostilló Lorca- es fundamental que no haya personajes masculinos en la función», asegura Rubio. «Choca que, ochenta años después de su publicación, lleguemos nosotros e interpretemos Bernarda Alba, sólo hombres». Quizás porque lo innegociable son sus personajes. «No se toca el texto. Da igual que Angustias tenga o no tetas, lo importante es que el personaje esté bien escrito, que le pasen cosas que nos pasan a todos; que sienta miedo, odio, envidia...».

La obra va transcurriendo y, poco a poco, el espectador se olvida del género de los intérpretes. Empatiza con lo que está ocurriendo sobre las tablas: Bernarda sigue siendo la misma obsesa de la religión, de las apariencias, del qué dirán y de la intimidad de sus hijas. La adaptación del uruguayo Paco Sáenz no dista mucho de la obra que Federico García Lorca escribió en 1936 poco antes de su trágica desaparición.

Sin duda, ésta es una cita que no deberían dejar pasar los amantes del teatro lorquiano y que tiene lugar todos los viernes, hasta el 29 de diciembre, en el Teatro La Encina de Madrid. Después de Navidad comenzarán su gira por España. «Me gustaría ir a Logroño, que la gente nos viera. Llevar esta obra por todos los pueblos de España, como hacía Lorca», comenta el actor riojano Pedro Rubio.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios