Festival Actual

Actual y la música, de los que se aman

Es de fuego el contacto de tus cuerdas y mis dedos. Tahúres Zurdos, rock y nostalgia, despidieron anoche el festival Actual con la emoción de saber que, pese a haber pasado tanto tiempo, seguimos igual de enamorados de la música. La Sala Fundición, que ya hace un año anticipó el regreso de Aurora Beltrán, fue escenario del reencuentro del público riojano con esta banda navarra tan querida. Su música siempre nos ha sido fiel.

También fueron fieles los seguidores de Aurora y Lolo Beltrán (voz y guitarras), Juanma Ugarte (bajo), Dani Lizarraga (batería) y Arantxa Ojeta (guitarra y coros) que llenaron el local y se entregaron a fuego al recuerdo y la resistencia de aquel espíritu rebelde. Canciones nuevas como 'Redención' y, sobre todo, los grandes temas que fueron himnos de una o dos generaciones sonaron como si hubieran vuelto los años noventa y la noche siguiera siendo de los que se aman.

Se puede decir que Tahúres clausuraron extraoficialmente el festival riojano, al que, de hecho, ya solo le queda una película este domingo para ser historia. La Sala Fundición ha protagonizado las dos últimas veladas de un Actual que perfectamente podía haber terminado el viernes y que se nutre para su engorde del aporte de uno de los dos únicos locales de la ciudad, junto con el Stereo R & R Bar, con programación estable de música en directo.

La víspera, el grupo encargado de darle un aire alternativo el programa oficial fue El Niño de la Hipoteca. El cantautor punk y rumbero barcelonés Guiu Cortés, creador del proyecto original, ha ido incorporando con los años al enorme Miguel Pino (a la guitarra eléctrica), Jordi Vericat (al bajo), Dani Tejedor (en la batería) y Ferrán Exceso (voz) y juntos hacen un directo variado, contestario y divertido. En Logroño estuvieron soberbios, con momentos de altísimo nivel, como un memorable solo de guitarra moruna, un muy serio paréntesis acústico y el pogo desenfrenado con el que su público se identifica mejor. La Fundición fundiendo el metal al rojo vivo en todos los sentidos.

Gracias a espacios así, más propios de la escena 'off' que de la programación comercial, Actual descubre su cara B en un espejo de bar y hace ademán de confraternizar con la auténtica y dura realidad de la música en vivo el resto del año. Anoche, no parecía importar tanto que el tiempo nos haya hecho tan viejos. Tahúres nos recordó la promesa de tocar hasta que los dedos sangren, porque la música fluye bien por nuestras venas y porque Actual, como la noche de Patti Smith, también es para el amor. Because the night belongs to us.

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