Actual gana la apuesta por el rocanrol

A todas las estrellas anónimas. La dedicatoria de la hermosa película 'La estrella azul' sirve también para aquellos acostumbrados a perder batallas pero que muy de vez en cuando logran arrancarle un destello a la inmortalidad. Este domingo Actual apostó por el rocanrol y ganó. El festival riojano, entregado irremediablemente a los gustos del gran público, todavía es capaz de tener detalles de calidad y dar espacio a inquietudes cada vez más minoritarias. El viejo estilo del rock aún dio un par de buenas lecciones.

Una es el concierto de Sex Museum en la Sala Fundición, precedidos por los riojanos Tronquer. La otra, el extraordinario concierto homenaje de La Estrella Azul Live. La banda surgida a partir de la película de Javier Macipe sobre el recordado músico zaragozano Mauricio Aznar Müller y su grupo Más Birras –recordado ahora pero largamente olvidado– protagonizó el último Vermú de Actual, que, como ya es costumbre en esta última jornada en Franco-Españolas, fue mágico. La magia consistió en resucitar del pasado el espíritu de un inconformista y en traer del sur el aire de los poetas que cantan y el ritmo de los pueblos que danzan.

El viaje iniciático de Mauricio a la tierra de Atahualpa Yupanqui –que fue en la práctica viaje postrero– inspiró el quijotesco viaje que más de veinte años después emprendería Macipe con su proyecto cinematográfico. Y, tras el éxito en la gran pantalla –con ocho nominaciones a los Goya, incluido a mejor película–, el grupo formado a partir de ahí, con el protagonista Pepe Lorente al frente y el propio Macipe, ha emprendido un tercer viaje musical de ida y vuelta entre norte y sur.

Ese último viaje, que en cierto modo engloba los tres, es el que ayer los trajo a Logroño. Esta ya no es la misma ciudad donde Más Birras tocó en Iberpop 1986, ni tampoco este Escenario de Culturas Contemporáneas es aquella Muestra de Nuevos Panoramas. Entonces fue de madrugada en el pub Rex y nadie allí imaginaba que aquellos roqueros un día serían solo fantasmas y que hoy los invocaríamos con nostalgia.

Sin embargo, su legado, como el de esas estrellas anónimas, perdura. La Estrella Azul Live son, además de Lorente (voz, guitarra y pandero) y Macipe (voz y guitarra), otros cuatro músicos zaragozanos de experiencia: Alberto Salobera (guitarra), Johnny Sierra (saxo), Guillermo Mata (bajo) y Carlos Gracia (batería). Juntos forman algo más que una banda tributo, porque lo que hacen tiene sentido propio. Y lo que ganan revierte en los músicos de Santiago del Estero, el pueblo argentino que cautivó a Mauricio con su música y sus gentes.

Con la gran Mercedes Sosa y 'La estrella azul' original dando paso a la banda, la actuación fue un verdadero viaje de Más Birras a Santiago y de Santiago a Más Birras. Rock chacarero y chacarera roquera. Empezaron por 'Esa chica llamada soledad', 'Maldita sea mi suerte' 'Quiero beber', 'Promesas rotas' y 'Sin sentido'... Zaragoza años ochenta y noventa.

Y de ahí, como Mauricio harto del vacío, partieron a las Américas: 'Moliendo café', versión del tropical venezolano; 'El pescador', una cumbia de Depedro; 'Pa'que no bailes solita', la chacarera que compuso el 'gallego maño' en el Patio del Indio cuando andaba buscando la gracia con el maestro Carlos Carabajal; y más chacareras, 'Entra en mi pago sin golpear' y 'Déjame que me vaya'; para llegar por último a otra preciosa copla pampera haciendo el silencio, como llamaba Atahualpa a su refugio. Ay, vida del guitarrero...

Pero había que volver a este hemisferio, a la cruda realidad, como también volvió Mauricio a su final. Primero con 'I've just a face meaning', una versión de los Beatles dedicada a su hermano Pedro, quien le precedió poco antes en su dramático camino. Y, por último, el resto del repertorio de Más Birras: 'Vuelta atrás', 'Beber no cura', 'Tren de medianoche' y El hombre del tambor', además de 'Hay una cruz en el saso', junto a Pelayo, de La Vil Canalla, antes del broche esperado por todos.

La Estrella había estado fabulosamente precedida por el trío riojano. Pelayo 'Último Tren' (voz y guitarra), Lore (contrabajo) y Álvaro Cuartero (batería) fueron, más que teloneros, anfitriones haciendo lo que mejor hacen: rockabilly y gamuza azul. El ritmo chiquiboom a lo Johnny Cash se apoderó de la sala de principio a fin 'Surcando los bares', temas nuevos, una versión de Darrel Highman, autohomenajes como 'Rifle Cuartero' o montando el número entre el público como si estuvieran en los buenos tiempos de ElDorado.

Hicieron también su propia cover de 'Apuesta por el rocanrol', pero el gran momento para todos fue una segunda versión, VilCanallas y Estrellazules juntos –y algo revueltos, a decir verdad– como colofón a un gran concierto doble. Los unieron –nos unieron– Mauricio y Más Birras, gente que se quedó a un paso de triunfar y fueron olvidados. Héroes se apropiaron de esa hermosa canción y la inmortalizaron, es cierto. Otros gozaron la fama en su lugar. Pero su brillo les pertenece y haríamos bien en seguir su estrella: Larguémonos, chica , hacia el mar...

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