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Buen ambiente para la primera cita con 'De noche, el museo suena'. :: justo rodríguez
Un oasis en el polígono El Sequero

Un oasis en el polígono El Sequero

El Museo Würth La Rioja abre con éxito una nueva edición de 'De noche, el museo suena' con los DJs Guacamayo Tropical

DIEGO MARÍN A.

Jueves, 11 de agosto 2016, 00:58

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Agoncillo. La actividad 'De noche, el museo suena' se ha convertido ya en un referente esencial del verano en La Rioja. El nuevo programa del Museo Würth La Rioja volvió a cosechar un nuevo éxito de afluencia de público en la primera cita de este año, en la que se mejoró considerablemente la organización. Nuevas y más cercanas plazas de aparcamiento, más 'food trucks', una amplia zona de mesas y sillas donde poder cenar tranquilamente y varias barras para poder tomar vinos y cervezas facilitaron que el millar de personas que se congregaron ayer en el oasis del polígono industrial El Sequero se moviera cómodamente por el recinto.

PROGRAMA

  • u10 de agosto Pan Total, Sigue Sigue Pop y DJ 3PO.

  • u17 de agosto Puto Deluxe.

  • u24 de agosto Papaya.

  • u31 de agosto Adrián Lefreak y Álvaro Naive.

A las 21 horas todavía hacía 30ºC, aunque pasadas las 22 horas la temperatura ya se había reducido cinco grados. Para entonces el parking del museo ya estaba lleno y los vehículos se las tenían que apañar como podían fuera del museo. Una decena de 'food trucks' ofrecieron comida y bebida a los visitantes, entre ellos, un llamativo 'bus school' que actuó de crepería, una caravana que ofrecía pescado frito y un viejo Austin tuneado que servía como barra de bar, toda una atracción para los 'selfies'.

El público fue llegando al Museo Würth poco a poco, como la marea, con muchachas vestidas de fiesta y los chicos luciendo pantalones cortos y algunos con camisas hawaianas, quizá contagiados por la música. Porque ayer pinchaban Guacamayo Tropical, un dúo colombiano formado por David Echeverria y Andrés Ramírez. «Utilizamos ritmos tropicales de latinoamérica y del mundo, creando una sesión con mucha cumbia, algo de merengue, música electrónica, salsa...», explicó David. Los dos DJs se turnaron pinchando una hora cada uno y refrescando el ambiente con su música.

«La música tropical es ideal para todas las estaciones, no sólo en verano. Si es invierno, entras en calor rapidito», advirtió David, que valoró el escenario como «un sitio precioso» y auguró: «Sobre las diez ya vamos subiendo la velocidad y terminamos muy locos, lo que más nos gusta es que la gente escuche nuevos ritmos y que lo den todo bailando». Dicho y hecho, dieron las diez y en primera fila, sobre unos palés, la primera en mover el esqueleto fue la logroñesa Rocío Frías, junto a su hijo Ákira. «Venimos todos los años porque es lo mejor que hay en verano. Y si no tuviera hijos pequeños sería la primera en bailar y la última en irme», afirmó Rocío.

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