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Abel Lusa (izda.) y Álvaro Reinoso brindan con vino de Rioja en el restaurante Tondeluna.
Cuando la pasión multiplica el talento

Cuando la pasión multiplica el talento

Los riojanos Abel Lusa y Álvaro Reinoso relatan las claves del éxito de sus restaurantes en Londres y NYC

Pablo García Mancha

Lunes, 29 de diciembre 2014, 22:01

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Abel Lusa y Álvaro Reinoso son dos gastroempresarios riojanos que triunfan en dos de las ciudades más importantes del mundo: Londres y Nueva York, con sendos proyectos gastronómicos nacidos de la pasión y el hambre de aventura de dos personajes que tienen una idea común: «Sin esfuerzo no es posible nada». Los dos han regresado unos días a La Rioja para disfrutar de sus familias y amigos en Navidad y tuvieron un momento para conocerse personalmente y charlar para Diario LA RIOJA en el restaurante 'Tondeluna' de Francis Paniego.

El más veterano de los dos es Abel Lusa, de Ezcaray, que lleva más de dos décadas en Londres y que abrió su primer restaurante, llamado 'Cambio de Tercio', en Chelsea en 1995. En la actualidad cuenta con cinco espacios gastronómicos de referencia en la capital del Reino Unido: «Tras estudiar hostelería en Santo Domingo de la Calzada, tuve la suerte de poder trabajar en sala en varios restaurantes muy buenos de Madrid como 'Amparo', de ahí me fui a Londres con la idea de aprender inglés y comencé a buscarme la vida en un local en Chelsea. Y abrió 'Cambio de Tercio' casi desde la nada: «No teníamos apenas más que ilusión, pero nos esmeramos en el servicio y poco a poco fuimos mejorando nuestra oferta en todos los sentidos. La base es la cocina española tradicional pero cuidando todos los detalles. Quizás al principio no éramos muy buenos», reconoce. «Pero todo lo hacíamos de verdad y con pasión y eso le llega a la gente».

En la Gran Manzana

Álvaro Reinoso apenas supera los treinta años y fue a Estados Unidos a mejorar su inglés: «Soy ingeniero informático y tras una estancia en Los Ángeles me marché a NYC. Trabajaba en un proyecto de Banco Santander y en una empresa de eventos. Allí me di cuenta de que la cocina española no tenía una representación acorde a su potencial en la Gran Manzana y tuve la oportunidad de entrar en un proyecto de restaurante como socio. Al final hice un esfuerzo en todos los sentidos y me lancé a 'Andanada' con todo y en solitario, creando un equipo totalmente renovado, un cocinero que se involucrara y un proyecto de cocina española de calidad».

Abel ha logrado crear un grupo con más 80 trabajadores y cuatro locales que se han ido sumando a 'Cambio de Tercio': 'Tendido Cero', con carta de raciones y tapas; 'Tendido Cuatro', basado en paellas de calidad, el 'Gin & Tonic Bar' y 'Capote y Toros', en forma de tasca tradicional andaluza, con tapas, jamón y vinos de Jerez, con unas 125 referencias de este gran vino.

Álvaro Reinoso siempre ha admirado a Abel desde la distancia pero con un profundo conocimiento de su trayectoria: «He seguido su trabajo y la realidad es que no es nada fácil llegar al nivel que tiene en una ciudad como Londres, con tantas referencias y con su calidad. De alguna manera somos proyectos similares: cocina española en grandes ciudades del mundo, calidad en la presentación y la oferta gastronómica y búsqueda de un tipo de cliente que valore las cosas que estén bien hechas. Sería muy bonito que en un futuro fuéramos capaces de crear sinergias entre los dos proyectos».

Por su parte, el ezcarayense Lusa valora lo logrado por Álvaro Reinoso: «Suelo viajar con relativa frecuencia a NYC y la realidad es que no es una ciudad fácil para nada y quizás menos para la restauración. Lograr lo que ha conseguido Álvaro no es sencillo y hacerse acreedor en tan poco tiempo a una estrella Michelin demuestra que ha acertado con el modelo de restaurante, con el tipo de oferta y algo esencial, con la capacidad de su equipo de trabajo. Creo que es un ejemplo y como él dice sería precioso en un momento dado que emprendiéramos alguna colaboración entre los dos, somos amantes de la cocina, es nuestra vida y somos riojanos», explica Abel Lusa.

Para Reinoso ha sido muy importante la estrella Michelin: «Desde luego que ni la buscábamos ni la esperábamos. Nos hemos centrado en hacer nuestro trabajo lo mejor posible desde el primer momento sin pensar en ella. Ha venido y estamos muy contentos puesto que de alguna manera nos demuestra que vamos por el buen camino, pero eso no significa que nos durmamos en los laureles. De hecho, creo que ha sucedido todo lo contrario, ya que desde que nos la han dado trabajamos mucho más». Y Abel lo cree firmemente: «Después de estos años me doy cuenta de que la clave de todo reside en el trabajo, en la ilusión y la pasión que le ponemos a esto. Además, es que lo detecta la gente enseguida. Un proyecto gastronómico tiene que poseer por sí mismo un componente de pasión esencial y remarco el cariño y el servicio de forma obsesiva. Si tú haces un plato diez y no lo sirves bien echas todo el trabajo por tierra. Y eso es imperdonable».

Cuestión que ratifica punto por punto Álvaro: «Yo estoy todos los días al pie del cañón, al lado de los clientes y con mi gente. La amabilidad es esencial», enfatiza.

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