Secciones
Servicios
Destacamos
La segunda generación de la familia Oyaga está al frente del negocio | El trato cercano y contar con montadores propios son sus puntos fuertes; «si llevamos 50 años es porque nuestro servicio no acaba tras montar el mueble», resaltan
Fue Agustín Oyaga, hace sesenta años, quien sentó las bases de lo que hoy es Muebles Oyaga. Agustín Oyaga se estableció como fabricante de muebles en un local de la calle logroñesa Guillén de Brocar. El negocio fue creciendo y, por ello, decidió adquirir unos pabellones para instalar ahí su fábrica y en el local que antes prestaba esas funciones abrió un comercio que pronto quedó pequeño. Desde esa apertura ha pasado medio siglo.
Las buenas perspectivas le llevaron en 1990 a buscar un nuevo local –el actual–, en Marqués de Murrieta 64. Con 2.000 metros cuadrados de exposición y con almacén, es posible visitar los distintos espacios del hogar: salón, comedor, dormitorios… una oferta que en la actualidad se ha ampliado al mobiliario de baños.
La segunda generación de la familia Oyaga, con Gustavo y Silvia, dirigen ahora el establecimiento. A lo largo de este medio siglo de experiencia en la venta de muebles, la evolución en este ámbito es significativa, como reconoce el primero. «Ha cambiado mucho, porque antes el mueble ocupaba el segundo o tercer lugar en cuanto a las prioridades de las familias». En este sentido, explica que «la gente compraba la casa, el coche y luego los muebles para la casa. Solo hay que recordar cómo antiguamente en las viviendas había un salón formal, donde prácticamente solo se entraba para cenar en Navidad, porque se había destinado mucho dinero a la compra del mobiliario». Es el principal cambio que se ha evidenciado, ya que han aparecido nuevas prioridades. «La vivienda sigue estando arriba, pero el ocio o la tecnología han escalado puestos, mientras que el mueble ha bajado».
Igualmente, las calidades no son las mismas que hace tres décadas. Así, Gustavo Oyaga recuerda que se ha pasado de los muebles macizos de madera o chapados en madera y barnizados a los laminados actuales, que al final «es un papel sintético». Y aunque aún siguen estando presentes, por precio se recurre a otros materiales. «La gente al mueble no le dedica más que lo que queda». Una tendencia que, además, se ha hecho más evidente tras la pandemia, cuando se ha percibido una mayor reticencia. «Nos pensamos mucho más las cosas y por ello cuesta más hacer las operaciones».
Presencia en ferias
Y eso obliga, en gran medida, a ser más cercanos con el cliente y adaptarse a las nuevas dinámicas. «Hemos modificado la página web para que sea más visual, tenemos presencia en redes sociales para llegar a nuestro público y, además, asistimos a ferias, para seguir estando al día».
Y con una sociedad mucho más acostumbrada a lo visual, los programas de diseño también han evolucionado. Si hace años se dibujaba cómo podría quedar la habitación que se iba a amueblar, «ahora son prácticamente fotos exactas de cómo se vería, gracias a diseños muy personalizados». Gustavo Oyaga señala que «nos entrevistamos con el cliente para conocer sus gustos; nos adaptamos al milímetro al espacio e incluso les damos una idea de cómo podría ser la decoración». Y en eso se diferencia tanto de otras tiendas de mueble como de la competencia de las grandes cadenas y de internet. «En otros sitios te lo imaginas, aquí lo que hacemos es amueblar tu casa a medida, con su luz, acabados, etc.». Y ese pensar en el cliente, les ha llevado también a reservar un espacio de la tienda a crear un rincón especialmente pensado para los más pequeños, para que puedan jugar en él, mientras sus padres son atendidos.
Igualmente, ofrecen la posibilidad de financiar la compra del mobiliario y cuentan con servicio posventa. «Si llevamos cincuenta años en el mercado es porque nuestro servicio no termina cuando hemos montado el mueble, sino que permanecemos a tu lado para ayudarte cuando lo necesites», incide Gustavo Oyaga, que resalta que en su establecimiento cuentan con montadores propios, alguno de ellos con una dilatada trayectoria, «ya que antes trabajaba fabricando nuestros muebles. Es un valor añadido».
Cree esencial seguir apostando por el comercio de ciudad, donde el cliente recibe «un trato muy personal; yo me pongo en tu lugar, veo qué tipo de habitación quieres, me adapto al espacio disponible». Y, para ello, señala que es crucial incentivar campañas para atraer a clientes, «por ejemplo, dándoles ayudas directas para la compra», pero también, «organizar ferias del mueble a nivel regional, donde podamos exponer nuestros artículos».