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Ó. S. J.
Miércoles, 23 de enero 2019
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La guerra del agua vivió en el día de ayer un nuevo capítulo, y es que las obras para instalar los nuevos contadores no pudieron empezar. San Vicente de la Sonsierra, localidad que integra a Rivas de Tereso, reemplazará la gestión que los propios habitantes de esta aldea han llevado a cabo hasta ahora con respecto al agua que procede del manantial de 'La Cerraja.
El constructor, que tenía previsto iniciar su tarea, decidió no acometerla ante la presencia y enfado de los vecinos de Rivas de Tereso. «En estas condiciones no puedo trabajar», dijo un empleado según relata a este medio una vecina testigo de lo ocurrido. Los vecinos piden «una transición con algún acuerdo».
Una patrulla de la Guardia Civil llegó hasta el lugar, avisada por el propio constructor, debido a que el Ayuntamiento de San Vicente se encontraba cerrado con motivo de la festividad de su patrón.
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