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Javier Gracia Lería, en el centro, escucha de pie el Himno de la Ciudad interpretado por la Banda Municipal de Música. ALBO
Un hombre generoso que cambió el Camino

Un hombre generoso que cambió el Camino

El sábado 13 de mayo se anuncia un festival con reses de Santafé Martón para la rejoneadora Ana Rita, los diestros David Luguillano, Iván Abásolo y el novillero ‘El Yumbi’

Javier Albo

Martes, 9 de mayo 2017, 10:09

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Santo Domingo. «Acepto de antemano que alguien pueda sospechar que me faltan méritos para tan alto honor de pregonero. Y tendrá razón. No soy ni ilustre ni literato ni historiador, pero nadie podrá poner en duda mi admiración y mi amor por esta ciudad y por sus habitantes, con los que me siento unido por lazos familiares y por otros desempeños de mi biografía a lo largo de mi vida», dijo Javier Gracia Lería al inicio del pregón que ofreció el pasado día 1, en el Teatro Avenida, ante 600 personas.

En su discurso no podía faltar el Camino, al que ha estado muy vinculado buena parte de su vida, del que habló en relación con la ciudad calceatense y su patrón. «Con la presencia y la intervención de nuestro Santo Domingo, el camino ya no fue más el camino, ya no fue más un recorrido como los de antes, con peregrinos en la absoluta indefensión frente a las fuerzas adversas de la naturaleza o de hombres malvados. Empezaba a ser un camino más protegido, más acompañado y auxiliado», dijo.

Para la ciudad

  • Cuando Javier Gracia Lería presidió la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en La Rioja trajo a Santo Domingo de la Calzada la jornada principal del VI Congreso Internacional de Asociaciones Jacobeas con Representaciones de Amigos del Camino de Santiago. Era el año 2002. Lo mismo hizo, en el año 2007, siendo Gran Maestre de la Cofradía del Vino de Rioja, con su primer Gran Capítulo y, más recientemente, en abril del 2016, con el gran Día del Cofrade. Tirando para su tierra...

Abundó en que «el Camino ha sido para Santo Domingo de la Calzada el gran pretexto y la gran oportunidad para que sus habitantes la configuraran como esta gran ciudad cosmopolita que es hoy, ciudad del mundo por ser cruce y paso de culturas, con proyección universal». Poco después aludió al «paisaje de ingeniería, arquitectura y humanidad» modelado por el Santo fundador y los calceatenses. «El hombre configura el paisaje, natural y cultural, y éste termina constituyendo al hombre», dijo para significar que «los calceatenses son hospitalarios. Y ésta no es una palabra vacía. No es fácil encontrar una ciudad con un hospital en pleno medievo. Trasládense por un momento a los años 1100, a las inclemencias de hambres y enfermedades y valorarán lo que la ayuda hospitalaria pudo significar. Me impresiona especialmente porque significaba un hito asistencial generoso y esperanzador. La cultura y los nuevos valores morales se superpusieron a una naturaleza inhóspita y cruel. Ustedes configuraron el Camino y ahora el Camino les configura a ustedes en su generosidad y en su cosmopolitismo», subrayó Gracia Lería.

No pasó por alto que esta es, también, «tierra de milagros», y se detuvo en el del ahorcado, la Rueda y el de la hoz. Y, sobre todo, habló de la ciudad a la que llegó un día para trabajar y encontró una familia, la de su mujer, y muchos amigos que hicieron que su predilección por Santo Domingo de la Calzada estuviera echada. «He recorrido el Camino en muchas direcciones, pero al final mis pasos siempre han recalado aquí, como millones de corazones romeros que han sentido la misma emoción a las puertas de una ciudad que nació para el caminante», indicó.

Ciudad cosmopolita, hospitalaria; tierra de milagros y, también, ciudad tradicional -reseño-; «O mejor, enraizada en la tradición. Las tradiciones fluyen por la sangre de sus habitantes y los alimentan», significó en la recta final de su intervención, en la que volvió al Santo. En realidad, nunca se alejó de él. «Domingo era un hombre de hoy. El Santo Domingo es un filántropo comprometido de nuestros días; sin duda la imagen de la caridad moderna, de la laica filantropía siempre dispuesta a auxiliar a sus semejantes y a colaborar con ellos allí donde nadie quiere o se atreve a llegar».

El alcalde, Agustín García Metola, le puso el pañuelo de fiestas y le obsequió con un cuadro del calceatense Aurelio Rojas.

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