Najerilla abajo, toda una fiesta

Según explicaba la presidenta de Amigos de la Historia, Esther López, «cuando hicimos el campo decidimos organizar esta actividad para dar a conocer a la gente, tanto najerinos como los de fuera que se quisieran sumar, el Camino de Pasomalo y la importancia que ha tenido para la historia de la ciudad».

Así las cosas, ayer, cerca de dos centenares de personas de todas las edades, se sumaron a la iniciativa y a las 11.30 horas se juntaron en la zona de la pasarela peatonal sobre el río Najerilla, para comenzar el paseo en dirección a Pasomalo, con diversas paradas en las que el personal de la asociación les fue aportando datos históricos de otro tipo acerca de los diversos parajes del recorrido hasta llegar a una zona del río donde comenzó la bajada.

Una vez junto a la orilla del Najerilla, niños y mayores pudieron dejar las ropas y otros enseres que les podían estorbar en el descenso por el cauce fluvial en un vehículo que había dispuesto la organización, y con las colchonetas y flotadores convenientemente hinchados, se lanzaron al agua para emprender el descenso hasta el casco urbano najerino.

Con los mayores vigilando de cerca a los más pequeños para evitar sustos, todos pusieron rumbo a la zona urbana del lecho del río, bajando como a cada uno le daba la gana. Unos dejándose llevar por el agua, corriente abajo, otros controlando, y los que no disponían de elementos flotantes que les pudiesen transportar, sencillamente andando y dando unas brazaditas cuando el cauce lo permitía.

Aunque durante los primeros años, la bajada también sirvió para llamar la atención sobre el cuidado que necesita el río Najerilla, de manera especial en cuanto a tratar de conservarlo en las mejores condiciones de limpieza posible, López reconocía ayer que «si bien en las primeras ediciones retiramos gran cantidad de materiales ajenos a la naturaleza, últimamente se ha ganado en limpieza y ya casi no tenemos que retirar materiales».

Cuando llegaron a la zona desde donde había partido la excursión y para completar esta fiesta popular, la asociación organizadora repartió raciones de 'Migas de los Amigos', que ayudaron a recuperar fuerzas tras el paseo fluvial.