La Casa de Cultura, patas arriba

El edificio es el resultado de la transformación de la antigua iglesia de San Miguel en centro cultural en 1994. El inmueble con sus 1.115 metros cuadrados de superficie construida y distribuida en tres plantas, acogió durante años en su piso superior la biblioteca pública, entre otras dependencias.

Según el proyecto de reparación, el inmueble «sufre un proceso patológico como consecuencia de la falta de mantenimiento, que deriva en lesiones que reducen, de forma importante, su aprovechamiento». Esto es como consecuencia «de las filtraciones de agua en el interior del edificio a través de lesiones existentes en fachadas y cubiertas», además de que «sufre patologías de tipo físico y químico: humedades, erosiones y corrosiones, con la correspondiente degradación de los materiales que conforman la estructura vista y la oculta».

El alcalde najerino, Jonás Olarte, señalaba que el proyecto de reparación «se lleva a cabo como uno de los compromisos que asumimos con la aprobación de los presupuestos del 2017, y porque era necesario, ya que en los últimos 20 años el edificio no había tenido ningún tipo de mantenimiento que lo hubiera preservado de los daños».

Tras su arreglo, Olarte indicaba que «habrá que ver qué usos se le dan, y aunque se trata de un inmueble en el que la sala principal tiene techos muy altos, habrá que darle uso porque es la mejor manera de que no vuelva a caer en la situación de abandono que ha tenido».