La edil de Lardero Maite González denuncia «irregularidades» tras presentar su baja de Cs

La concejala del Ayuntamiento de Lardero Maite González Lumbreras ha presentado su baja de Ciudadanos después de que el equipo de Gobierno local (PP y Cs) le retirara sus competencias en Urbanismo y Obras, la apartase de la junta de gobierno y la destituyera como quinta teniente de alcalde. Lo que días atrás para la portavoz de Cs en la Corporación municipal, Marta Gómez, era una reestructuración «con el fin de funcionar mejor aún» y de «hacer acción política de mejor manera», ahora se enturbia porque en una carta que ha hecho pública Maite González denuncia «irregularidades urbanísticas».

Aparejadora de 45 años con más de diez de experiencia, Maite González acusa a los concejales del PP de «irregularidades tanto respecto a las tramitaciones administrativas como del cumplimiento del acuerdo de gobierno», ante las que había «inacción». González señala, en concreto, a Manuel Vallejo, afirmando que «mi trato con la mayoría de concejales del PP ha sido adecuada, excepto con el alcalde, que continuamente ha tirado por tierra mi trabajo, impidiéndome desarrollar cualquier iniciativa y ninguneándome de forma reiterada, a pesar de reconocer mi valía en numerosas ocasiones», es más, afirma que «me ha impedido realizar actuaciones en el ámbito de legalidad urbanística tanto de oficio como por denuncias».

El enfrentamiento entre González y Vallejo llega al extremo de que la ya edil no adscrita afirma haber «solicitado aperturas de expedientes por denuncias de irregularidades urbanísticas presentadas por registro y han acabado en cajones sin fondo, más cuando implicaba directamente al alcalde o su familia y he presentado propuestas de servicio para la realización de obras necesarias que no han llegado a junta de gobierno por ser frenadas».

Marta Gómez aseguró a Diario LA RIOJA que González continuaba en el equipo de Gobierno, aunque este hubiera consensuado retirarle las competencias. A pesar de todo, Maite González no dimitió de su cargo de concejala ni se plantea entregar su acta, pero se escinde del grupo municipal, deja de ser afiliada a Cs y se sale por voluntad propia del Gobierno. No obstante, la retirada de su retribución (21.996 euros brutos anuales) deberá ser votada en el pleno y, sin ella, para la mayoría resulta crucial el voto de la otra edil no adscrita, Raquel Cabrera.