Calma y silencio en el centro de Haro
La afluencia de personas al casco histórico ha sido menor que otros sábados y la hostelería sufre la consecuencias
Desgraciadamente, la ciudad de Haro vuelve a ser noticia por un motivo desagradable. El centro de la localidad riojalteña se llenaba a mediodía de este sábado de reporteros y cámaras de televisión. El motivo: el coronavirus.
La plaza de la Paz, la calle de la Vega o la plaza de la Cruz, entre otros núcleos, mostraban una estampa muy diferente a la de cualquier otro sábado. Buena parte de la ciudadanía, al igual que un buen número de turistas, decidieron no salir de sus casas o no acercarse a la ciudad. Sin embargo, otros vecinos optaron por hacer lo que cualquier otro sábado, y algunos visitantes, a pesar de la situación que se vive actualmente en el municipio, eligieron no cambiar sus planes y presentarse en la localidad jarrera para pasear por sus lugares más representativos.
En cualquier caso, el nuevo virus que mantiene aislados en sus domicilios a varios habitantes de la ciudad, unido a las medidas «excepcionales dirigidas a impedir la transmisión de la enfermedad entre los ciudadanos que no siguen las recomendaciones de las autoridades sanitarias», como señalaba la consejera de Salud del Gobierno de La Rioja, Sara Alba, ya empezaron a dejar sentir las primeras consecuencias en el municipio riojalteño.
El sector de la hostelería fue azotado este sábado con la no presencia de algunos de sus clientes habituales. Todos los encargados coincidían en sus palabras. «Hoy no se ve gente», «no hay nadie por Haro» o «solo han venido la mitad de clientes», eran algunas de las declaraciones. Los restaurantes de la zona vieron cómo eran canceladas la mayoría de sus reservas. Uno de ellos señalaba que «lo normal es que a estas horas un sábado tengamos todas las mesas ocupadas, y ya puedes ver que no hay nadie».
Las panaderías cercanas también sintieron cómo bajaba el número de clientes, mientras que los comerciantes del mercadillo municipal, también sufrían los daños por la actual situación. «Hemos vendido una cuarta parte de lo habitual. Ahora qué vamos a hacer. Los que mandan no están mirando por nosotros y están haciendo las cosas muy mal. Lo único que se ha conseguido es alarmar a la gente y que no salgan a la calle», censuraban algunos.
No obstante, sí que hubo jarreros y jarreras que, al igual que otros sábados, optaron por acercarse hasta el centro para pasear por el casco histórico mientras tomaban el vermú en los bares de la zona. «Hoy teníamos una comida familiar y es verdad que nos hemos planteado qué hacer, pero creemos que hay demasiado alarmismo y que no pasa nada por salir a la calle», explicaba una pareja.
La fachada del Ayuntamiento de Haro era el primer punto habitual para los turistas que visitaban ayer la localidad. «Teníamos planeado venir y no íbamos a dejar de hacerlo por lo que está pasando. Esto es una gripe y en mayor o menor medida todos vamos a contagiarnos. Es verdad que hay que tener cuidado con la personas mayores o con las personas que padecen enfermedades crónicas, y es por eso que hay que vigilar cosas como lavarnos mucho las manos, pero no creo que sea tan grave como para que no podamos salir de casa o venir aquí», señalaba una pareja recién llegada de Cantabria.
Las piscinas climatizadas, la ludoteca o las instalaciones deportivas, clausuradas este sábado, también alteraban la actividad de numerosos vecinos, que se veían obligados a cambiar su rutina habitual de los sábados. La mayoría de personas consultadas optaron por quedarse en casa, mientras que otros, aprovecharon para realizar otras actividades por la ciudad. Uno de los espacios que sí permaneció abierto fue la sala de exposiciones del Centro Fundación Caja Rioja-Bankia y, aunque el viernes no acudió demasiada gente, ayer, sábado, «fue un día normal en cuento al número de visitas», según confirmó la responsable de la sala.
Hubo patrullas ocasionales de la Guardia Civil y de la Policía Local, pero en definitiva, la tranquilidad -a la que también contribuyó la menor afluencia de jarreros al centro de Haro- predominó durante la jornada de este sábado en el corazón de la ciudad riojalteña.