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JUAN CARLOS PULGAR
Fuenmayor
Lunes, 13 de noviembre 2017, 10:08
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El retablo mayor de la parroquia de Santa María de Fuenmayor ha sido desmontado y trasladado al taller diocesano de restauración de Santo Domingo en donde será remozado en un plazo aproximado de un año.
La actuación tiene un presupuesto total de 94.053,30 euros y se financiará mediante un convenio con la Consejería de Desarrollo Económico e Innovación del Gobierno de La Rioja, que aportará 75.500 (el 82,27% del total) en dos anualidades en los años 2017 y 2018. La parroquia, por su parte, se hará cargo del 19,73% restante (18.553,30 euros) y ya ha hecho un llamamiento para todos los que deseen hacer donativos que, recuerda, se pueden desgravar en la declaración de Hacienda.
Este retablo, «uno de los pilares fundamentales del clasicismo riojano» según José Manuel Ramírez Martínez fue realizado por Juan de Valderrain Irazu y su yerno Juan de Arizmendi entre 1632 y 1636 y pintado y dorado por Lázaro de Urquiaga.
Las tallas escultóricas son obra de Juan de Bazcardo, uno de los artistas más importantes del siglo XVII no sólo de esta comarca, sino de toda la península, considerado el precursor de la estética barroca en la zona, en la que trabajó mucho dejando su huella en las catedrales de Calahorra y Tudela, en La Redonda, en Santa María la Real de Nájera, Laguardia, Fuenmayor, Cenicero, Lapuebla, Murillo, Tricio, Oyón o Viana ente otros.
El retablo, enteramente de nogal, tiene una altura de 14,50 metros (sin contar es sotabanco de piedra y una anchura de unos 9 metros y está compuesto de zócalo, tres cuerpos y ático divididos en cinco calles. Tiene columnas jónicas, corintias y compuestas entorchadas, y frontones redondos y triangulares. Clasicista, con relicario coetáneo de tres cuerpos en templete es de estilo clasicista y cuenta con relieves de los evangelistas, San Emeterio y Celedonio, escenas de la Pasión y de la vida de la Virgen.
Los restauradores han valorado en una primera impresión al ver de cerca las piezas la potencia de su hechura y la brillantez de los estofados y sus colores, que posiblemente destaquen aún más después de la restauración, así como la decoración de entrepaños, frontales y columnas y la grandiosidad de la arquitectura retablista.
Ahora, mientras tanto, el ábside de la parroquia permanece desnudo a la espera de volver a recibir su monumental retablo, aunque antes de eso acogerá una exposición en la que podrán admirarse alguna de las tallas restauradas y el trabajo que se realice para su restauración.
De forma complementaria a la restauración del retablo del altar mayor, también se han acometido esta vez en el exterior de la iglesia parroquial, unas obras de restauración de las cubiertas de la sacristía y cuerpos adosados (las capillas de la fachada sur del templo) que tenían problemas de humedades y filtraciones.
Con esta actuación se da un paso más en la remodelación que está sufriendo el templo tras la renovación completa de la piedra y las pintura murales y trampantojos del interior del templo y la colocación de una nueva y moderna iluminación. Estas obras tienen un presupuesto de 38.357,22 euros, financiados en un 90% por el Gobierno y el 10% restante por el Ayuntamiento de Fuenmayor.
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