Fomento estima abrir en un mes el primer tramo de la variante de Murillo
Los trabajos, con un presupuesto de unos 3,8 millones de euros, presentan un grado de ejecución del 90%
La Consejería de Fomento y Política Territorial prevé que en cerca de un mes entre en servicio el primer tramo de la variante de Murillo de Río Leza, que tiene como principal objetivo evitar el paso de vehículos, sobre todo pesados, por el sinuoso y estrecho centro urbano del municipio.
El titular de este departamento, Carlos Cuevas, y el director general de Obras Públicas y Transportes, Carlos Yécora, asistieron ayer a la prueba de carga que se realizó en la nueva infraestructura, acompañados por el alcalde de Murillo, José Ángel Lacalzada.
Cuevas precisó que los trabajos presentan un grado de ejecución del 90%, por lo que este primer tramo «estará terminado en un mes aproximadamente». «Se trata de la principal actuación del Gobierno de La Rioja en el ámbito de las carreteras en esta legislatura, con un presupuesto de cerca de 3,8 millones de euros, y contribuirá a aumentar la seguridad vial y a favorecer los desplazamientos en esta zona de la comunidad», destacó el consejero de Fomento.
Ayer se llevó a cabo con varios camiones la prueba de carga en el puente sobre el río Jubera
Ayer varios camiones se concentraron a lo largo del viaducto sobre el río Jubera para llevar a cabo la prueba de carga.
La nueva variante conectará las carreteras LR-261 (Murillo-Ventas Blancas) y LR-259 (Galilea-Agoncillo).
El primer tramo de la variante de Murillo de Río Leza, que libra al centro urbano del tránsito de vehículos, estará preparado para soportar el incremento del tráfico rodado previsto en esta carretera, en especial de camiones; dado que la multinacional Fassa Bortolo estima comenzar a construir en breve los accesos y las instalaciones para la que será su nueva fábrica de yesos en la cercana localidad de Ventas Blancas. Asimismo, la infraestructura facilitará la comunicación en Agoncillo con dos vías de alta capacidad en La Rioja como la AP-68 y la N-232.
El nuevo trazado de la variante parte de una glorieta que se ha construido en la LR-261 (punto kilométrico 6,8). A continuación, se pasa por el viaducto, con una longitud de 132 metros, hasta conectar con la LR-259 mediante una nueva glorieta (punto kilométrico 10,2). Además se incluye la adecuación de un tramo de 600 metros en la LR-259. Las dos rotondas tienen un diámetro exterior de 77 metros.
Cuevas avanzó que «el siguiente paso en la construcción de la variante de Murillo será el tramo que conecte la carretera a Ventas Blancas con la que va a Villamediana» a través de otro puente sobre el río Leza.