Danzas en la ribera del río Tirón

En Tormantos existió de 1998 a 2005 un festival de música, el Mariporrón, dedicado al 'reggae' y al 'ska', con la presencia de bandas como Dr. Calypso, Ke Rule, Macaco, Potato y The Starlites. No obstante, los vecinos coinciden en señalar que la tradición más destacada del pueblo son las danzas. «Son una gran tradición que ha pasado de generación en generación y sus componentes comprenden edades de entre 4 y 23 años», explica la alcaldesa de Tormantos, María José Fernández. El grupo de danzas lo componen veinte danzadores que forman el pasacalles y bailan 'El árbol' y 'El borracho' en las fiestas del municipio, ya sean las de la virgen de Nápoles (15 de agosto), San Roque (16 de agosto) o la de Nuestra Señora del Rosario (el primer domingo de octubre).

Las danzas tradicionales de Tormantos «reúnen a todo el pueblo en la plaza y bajo la atenta mirada de los vecinos, los danzadores homenajean a la Virgen de Nápoles y a San Roque», explica la alcaldesa, quien añade: «Ver bailar a los danzadores es una experiencia intensa, emocionante y satisfactoria». Ellos aseguran que sólo piensan en hacerlo «lo mejor posible y, a la vez, disfrutar». Son los momentos centrales de las fiestas, el acto más tradicional y emotivo de Tormantos. «En esos momentos, rodeados de los colores de la bandera y los lazos que nos adornan, junto con el repiqueteo de las castañuelas al unísono, descubres que no desearías estar en otro lugar que no fuese el mejor pueblo del mundo, rodeado bajo la atenta mirada de toda esa gente que lo ha hecho posible», describen los danzadores.

Y es que sólo por esos momentos, por ese sentimiento, para ellos Tormantos es el mejor pueblo de La Rioja. Son en las fiestas de la Virgen de Nápoles y San Roque cuando un grito se convierte casi en el lema del pueblo. Al finalizar la danza todos gritan: «¡Viva San Roque y hasta el perro también!».

Otro de los actos importantes para el pueblo es la romería a San Vitores, que «surge de los frailes dominicos y franciscanos, bajo el patronato de los Condestables de Castilla», detalla María José Fernández. La romería es un recuerdo a la petición de agua de antaño y para la que se reunían vecinos tanto de Tormantos como de las localidades burgalesas vecinas, unidas por el río Tirón.