Cervera

Los niños corrieron con las reses mansas por la travesía

El camión dejó el cajón que transportaba a las vacas en la avenida de La Rioja, dentro del recorrido de los encierros. A las 12 horas abrieron las puertas y los astados salieron a la carretera, con el vallado cerrado y el público expectante. Los niños, algunos pequeños en brazos de sus padres, pudieron correr delante y detrás del ganado en un peculiar encierro, sin peligro, por la travesía. Los animales realizaron varias pasadas antes de volver al cajón.

Poco después comenzó a sonar la música de la charanga Arpegio con músicos de la comarca de Cervera, que animó las calles y ambientó la otra gran propuesta de ayer, una paellada popular en el frontón municipal que contó con unas doscientas sesenta personas inscritas.

Por la tarde, la música sonó en el frontón con la propuesta ¡Vive Cervera! (una sesión de dj con Putzu A.K.A. Enric Gomar). A las 18.30 se celebró el cuarto y último encierro de reses bravas, de la ganadería Hermanos Merino de Marcilla, patrocinado por los hosteleros. El programa incluyó una degustación de bodigos y vino ofrecida por los jóvenes, dos sesiones de la orquesta Escala 2000, encierro 'chiqui' y, a media noche, estaba previsto el 'Pobre de mí' con los danzantes de la gaita y la charanga.