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Cervera
Alpargatas y vino Rioja bajo la torre de San GilLa localidad celebra su primer 'Garrapiteo', con mercado, alpargateros, bodegas de la zona y visitas al patrimonio
La inmediaciones de la Plaza de San Gil y el Barranco del Tollo acogieron ayer la primera edición del evento denominado 'Garrapiteo', en el que se combinó la puesta en valor del patrimonio histórico de Cervera del Río Alhama, su tradición alpargatera y la cultura del vino y la gastronomía.
El buen tiempo acompañó y las cuadrillas pudieron acudir desde las 12 horas, momento de la inauguración, hasta las 22, momento previsto de cierre. Hubo cantina de la Asociación Cerverana y puesto de venta de tiques por 10 euros. Incluían cuatro vinos o cavas, una copa con el logo del Garrapiteo (formado por las siluetas de una alpargata, un ciervo y un racimo de uva) y cuelgacopas, un bodigo, un pase para la visita guiada y el número para un sorteo.
Se instalaron expositores de empresas alpargateras del pueblo, espacios de pinchos de bares, quesos, crepes, tomates del Alhama, fardelejos y cuatro bodegas de la comarca (Álvaro Forcada con Piedralén de Cervera, Bodegas Forcada de Rincón de Olivedo, Lauwa de Valverde y cava Baile de Brindis de Grávalos).
Al final del Barranco del Tollo los pequeños disfrutaron con los hinchables y juegos populares. No faltó la música con el Dj Rolando Cuevas a la hora de comer y La orquestina en el concierto de la tarde. Después actuó el grupo Los Chicos del Aforo.
Aparte de los puestos de alpargateros, se llevó a cabo una demostración a las 12.30 horas a cargo de un experto encargado de elaborar las suelas y de tres alpargateras que mostraron su habilidad en el cosido manual de este calzado, símbolo del municipio, en la Plaza de San Gil.
Se programaron visitas guiadas al patrimonio del barrio de abajo, núcleo originario de Cervera, a las 12, 13, 17, 18 y 19 horas. Comenzaban en el exterior de la Basílica de la Virgen del Monte, se accedía también a su interior y a la parroquia de San Gil, con explicaciones de estos edificios y del castillo y sus relaciones. Incluso daban algunas nociones sobre el barrio judío, algo desconocido para mucha gente en la localidad. Laura Ateca y Miguel Navarro fueron los guías de esta ruta que costaba 5 euros (con el tique de los vinos estaba incluida).
El alcalde, Álvaro Forcada, destacó el buen ambiente de la jornada, el hecho de poder degustar el vino durante todo el día y la introducción de la alpargata y los elementos históricos: «La idea fue del equipo de Gobierno. Teníamos inquietud por combinar estos temas al final de verano y ha sido un éxito», explicaba ayer. Respecto al nombre de Garrapiteo, indica que es una palabra muy de Cervera. «Es un guiño a nuestro vocablo. Garrapiteo es una persona que disfruta con el vino», señala el alcalde.
Su intención es rotar el evento por diferentes lugares de la localidad. Se prepararon 600 copas y contó con la organización del Ayuntamiento y Afeque, con Ana Quiñones al frente, y la colaboración de la Asociación Cerverana y del Gobierno de La Rioja.
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