Renfe reduce a cuatro horas el servicio de taquilla de la estación de Calahorra
La atención presencial, que en la actualidad es de 12 horas, se verá limitada a la franja de la tarde, entre las tres y cuarto y las siete y cuarto
Si el pasado mes de abril, coincidiendo con el nuevo servicio ferroviario entre Logroño y Madrid por Haro, la estación de Calahorra perdía varias conexiones con la capital de España durante los fines de semana, ahora Renfe ha reducido el horario de atención al público de la taquilla. El servicio, que actualmente se ofrece durante 12 horas diarias (de 06.30 a 12.30 horas y de 15.15 a 21.15 horas de lunes a viernes y desde las 07.15 horas los sábados, domingos y festivos), pasará a prestarse únicamente durante cuatro horas en la franja de la tarde. En concreto, la taquilla estará abierta en ese periodo de 15.15 a 19.15 horas.
La medida, que entrará en vigor el próximo 15 de septiembre, obedece, como ha explicado Renfe a Diario LA RIOJA, a «una reorganización del servicio para adecuarlo a la demanda registrada». Sin embargo el personal de taquilla lamenta que la estación «vaya quedarse sin atención presencial durante tantas horas al día» y niega que no haya suficiente demanda en cuanto a la venta directa, aludiendo a un importante volumen de recaudación.
«Muchos servicios van a quedar descubiertos, como el del primer tren que sale a las 06.48 horas. Nosotros entramos a trabajar a las 06.30 horas y muchas veces nos encontramos que está esperando un bus (para trasladar a los pasajeros) porque el tren no ha salido», explica personal de este servicio, para advertir de que su trabajo no se limita únicamente a la venta de billetes. «Es que no es solo eso. Mucha gente viene también a la taquilla por el tema de las indemnizaciones (cuando un tren no llega en la hora prevista), o porque son personas mayores o no entienden bien el castellano», precisan.
«Mucha gente viene también por el tema de indemnizaciones o porque no entiende el castellano», dice personal de taquilla
Por su parte, la operadora ferroviara señala que la «medida está sujeta a ajustes finales» y, que en cualquier caso, la estación de Calahorra «dispone de una máquina Ares de Renfe, que permite la atención remota persona a persona a través de operadores físicos». Este sistema, recalcan desde Renfe, «es de fácil manejo y los usuarios contactan con una persona que les va guiando en cualquier gestión que necesiten».
De otro lado, el servicio de taquilla se presta con una plantilla conformada por tres trabajadores, dos con un contrato laboral fijo y el tercero, eventual. El recorte en el horario afectará por tanto a su jornada de trabajo, que pasará a ser de 14,86 horas semanales, lo que supone una reducción del 38,76 por ciento con respecto al horario de trabajo actual. «Estamos yendo de mal en peor. Ya en diciembre nos redujeron la jornada del 100% al 87,5% y ahora quieren que dos personas cubran 14,86 horas, con lo que se queda un sueldo de 300 euros», lamentan desde el personal de taquilla, contratado a través de la empresa Logirail, del grupo Renfe.
«En lugar de potenciar los servicios (con la intermodal), los empeora»
Con la nueva estación de tren para el transbordo intermodal construida y a falta de su puesta en marcha (previsiblemente para el próximo mes de diciembre), el Ayuntamiento de Calahorra cuestiona el que se hayan mejorado las instalaciones mientras se vaya a ver afectada la atención presencial al público. «Lamentamos esta decisión del Gobierno de España, que continúa recortando servicios en Calahorra», asegura la alcaldesa de la ciudad, Mónica Arceiz, en declaraciones a este periódico. Y es que, como subraya la regidora calagurritana, resulta «una incongruencia que se esté fomentando el uso del transporte público, y el Gobierno suprima conexiones de tren y aísle a Calahorra cada día más». «Está a punto de ponerse en marcha una estación intermodal, financiada en una parte por el Ministerio, y no se entiende que, en lugar de potenciar sus servicios, los empeore», abunda la alcaldesa, para quien «está claro que a este Gobierno no le importamos nada los calagurritanos». La nueva estación tiene un coste de 4.136.835 euros y para financiarla el Ayuntamiento de Calahorra cuenta con una subvención de 981.240 euros, aportados por los fondos Next Generation de la Unión Europea, así como con una ayuda del Gobierno de La Rioja de 1,8 millones de euros. Si bien las obras concluyeron el pasado mes de agosto no se podrán recibir hasta el mes de diciembre, ya que hasta esa fecha no se puede realizar la plantación arbórea prevista en el proyecto.