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40 años defendiendo el barrio

40 años defendiendo el barrio

La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Calahorra prepara la conmemoración de su aniversario

Isabel Álvarez

Calahorra

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Martes, 29 de enero 2019, 08:37

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Fue en el mes de octubre de 1979 cuando un grupo de vecinos, entre los que se encontraba el entonces párroco de la iglesia de San Andrés, Amancio González, principal promotor de la iniciativa, cuando se constituyó la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Calahorra.

La entidad nacía con el objetivo de defender los intereses del barrio y de sus vecinos, así como promover actividades culturales que dinamizasen la zona y fomentasen la cohesión social del vecindario. Ambos propósitos continúan siendo la principal meta de esta asociación, que cumple ahora 40 años como motor de la zona más histórica de Calahorra.

Gerardo Anoz fue primer presidente. Tras él llegaría Gerardo Gil, quien estuvo al frente de la asociación hasta el año 2011, cuando tomó las riendas Mario Herreros. Seis años después, en el 2017, Gabriel Aragón le tomó el relevo.

«Estoy contento de cómo han ido las cosas en estos dos años y de cómo se han ido cumpliendo los objetivos e incluso ampliando», señala Aragón, que el pasado viernes presidió una asamblea anual de socios en la que se dio cuenta, entre otros asuntos, de las actividades que se preparan para conmemorar el 40 aniversario de la entidad.

En 1993 llegó la sede

La sede de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo calagurritano no se abrió hasta 1993, siendo presidente Gerardo Gil. Para ello, en 1988 se adquirió el inmueble que albergaba la antigua panadería Mi Pan en el número 12 de Planillo de San Andrés. Reformado y rehabilitado en su totalidad con las manos y el esfuerzo de varios integrantes de la asociación, fue inaugurada por el entonces presidente de La Rioja, José Ignacio Pérez, y la alcaldesa María Antonia San Felipe.

El local se convertía así en un punto de referencia para los vecinos, en el que celebrar reuniones y otras actividades culturales y sociales. Allí, la junta directiva atiende también las necesidades de un vecindario que en las últimas décadas ha tenido que convivir con los problemas generados por el deterioro de parte de edificios privados y espacios públicos.

«Se van haciendo cosas» -sostiene Gabriel Aragón en referencia a las últimas actuaciones en la plaza de la Verdura o la calle Portillo de La Plaza-, pero «lo ideal es que haya un plan integral para todo el casco antiguo, en el que se estudien todas las necesidades y se trabaje de una forma ordenada con el compromiso de todos los partidos políticos», defiende.

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