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Melocotón, buen vino y a triunfar

Melocotón, buen vino y a triunfar

Las peñas Calagurritana y La Moza ganaron, con un empate, el concurso al mejor zurracapote

Isabel Álvarez

Martes, 26 de agosto 2014, 20:19

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Dícese de la bebida que nunca debe faltar en las fiestas de Calahorra. Básicamente, aunque cada maestrillo tiene su librillo está preparada con vino, melocotón y azúcar. En cualquiera de las seis peñas calahorranas se puede degustar estos días en un porrón, pero es en la Calagurritana y en La Moza donde mejor ha debido elaborarse este año. Al menos, así lo dictaminó ayer el jurado del tradicional concurso de zurracapote de la capital de La Rioja Baja. Ambas peñas consiguieron un empate en esta convocatoria, que se celebró en el paseo del Mercadal.

Junto al zurracapote, la música es otro de los puntales de las fiestas. Charangas, vermús sinfónicos o los conciertos gratuitos en la plaza del Raso están presentes todos los días. Ayer, además, hubo recital de jotas con la Agrupación de Joteros de Calahorra. Por el patio de la sede de la peña Philips, que se llenó hasta la bandera, fueron pasando las voces más potentes de la ciudad, que arrancaron numerosos aplausos a un público entregado.

Y como en fiestas el comer es casi un mandamiento, las degustaciones aparecen casi a todas las horas en el programa de actos. Ayer, por ejemplo, la peña Riojana abrió este capítulo a primera hora de la mañana con su moscatel con pastas y a medio día continuó con una zapatilla. La Philips y la Calagurritana ofrecieron choricillo; el Club El Lazarillo, melón con jamón; El Hambre, champiñones; y El Sol, melocotón con vino. Para hoy, los seguidores de las citas gastronómicas tienen chocolate caliente, rosquillas, chorizo a la sidra o paella.

Puntazo en el encierro

En el devenir diario de los festejos tampoco faltan los encierros. El de ayer se saldó con una persona herida por asta. El lesionado, de 52 años y vecino de Calahorra, se encontraba en la calle Julio Longinos, esquina con la calle José María Garrido, cuando fue golpeado por una vaca que le propinó un puntazo. En un primer momento fue atendido por el personal de Cruz Roja y posteriormente, por el servicio de enfermería de la plaza.

Por lo demás, el encierro destacó por una gran confluencia de público, a pesar de que no fueron muchos los valientes que se atrevieron a correr delante de las vacas. Todo lo contrario que lo que sucedió en la capea con las becerras para los más pequeños. Pero con quienes se atrevió todo el mundo fue con los dos toros hinchables. Pero por lástima para todos, uno de ellos se desinfló a los pocos minutos de pisar la arena.

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