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Una mujer recoge unos libros de texto en una librería de Calahorra.
Los libreros critican al 'Quintiliano' por «comercializar» libros digitales

Los libreros critican al 'Quintiliano' por «comercializar» libros digitales

La Consejería de Educación asegura que «el instituto no vende ni ha vendido licencias ni se lucra de ello, sino que hace de intermediario»

Isabel Álvarez

Sábado, 23 de agosto 2014, 11:36

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Los preparativos de cara al próximo curso escolar han causado cierto malestar en el sector de la librería en Calahorra. La gestión que el instituto Marco Fabio Quintiliano está llevando a cabo para la implantación de los libros digitales en 1º de la ESO ha encendido los ánimos de los libreros de la localidad que, a través de la Asociación de Librerías de La Rioja, han trasladado a la Consejería de Educación su queja por el hecho de que en este centro se «obligue» a los padres de los alumnos que el curso que viene llevarán un libro digital a comprar las licencias de éstos a través del instituto.

«No es ajustado a derecho que sea un centro quien comercialice o intermedie en la comercialización de los libros de texto digitales», afirma la Asociación de Librerías de La Rioja, adherida a la Federación de Empresarios de La Rioja (FER), en el escrito remitido a la Consejería de Educación.

En el mismo se asegura que esta práctica impide que las familias interesadas puedan adquirir las licencias en las librerías, por lo que solicitan la «suspensión de esta actividad de comercialización y mediación», así como que se garantice la «libertad por parte de los padres de elección del establecimiento autorizado para la compra de cualquier recurso educativo», concluye el escrito de la asociación.

Los libreros denuncian, también, la obligatoriedad de pagar los derechos de las licencias para poder realizar la matrícula del curso. Este ingreso «debe hacerse en una cuenta corriente del instituto», explica Antonio Domínguez, portavoz del colectivo de libreros para este asunto. El importe asciende a 107, 35 euros más 60 euros por el alquiler de una tablet. Los padres pueden también comprar esta herramienta, aunque el IES marca las características que debe tener el dispositivo con «un precio de 200 euros», añade Domínguez, para quien lo «más indecente de todo es que no te dejen realizar una matrícula si no haces primero el pago». «Eso no es constitucional porque estamos hablando de alumnos de enseñanza obligatoria, que tienen derecho a ir a clase, aunque no vayan con libros», sostiene.

Sólo «intermediarios»

Por su parte, fuentes de la Consejería de Educación aseguraron a este periódico que el IES Quintiliano «no vende, ni ha vendido licencias, ni se lucra de ello», sino que actúa como «intermediario». Las mismas fuentes aclararon que la implantación de las herramientas digitales en aulas de 1º ESO responde a «un proyecto experimental». De todas maneras, libreros y responsables de Educación se reunirán el próximo lunes en la FER para abordar este tema.

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