El bosque pintado del Camero Viejo con Warhol y Dalí

Durante toda la semana anterior tres artistas seleccionados entre 28 propuestas presentadas al proyecto 'Art-Eco' trabajaron en troncos de árboles derribados o inertes para plasmar en ellos, a modo de lienzo, «obras reconocibles para el gran público, con el objetivo de acercar el arte, la cultura y volver a pasear la dehesa Boyal de San Román», explica la asociación organizadora. Los artistas seleccionados han sido David Azpurgua, Marta Burgui y Concepción Jiménez. Azpurgua, doctor en Bellas Artes por la UPV y profesor de Diseño en la Esdir, ha plasmado la célebre lata de sopa Campbell de Andy Warhol en un árbol derribado. Marta Burgui, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, técnico superior en gráfica publicitaria y profesora de la Universidad Popular de Logroño, ha recreado el cuadro 'La persistencia de la memoria' de Dalí en otros troncos caídos. Y Concepción Jiménez, igualmente licenciada en Bellas Artes, ha recreado el cuadro 'El cheque en blanco' de René Magritte en dos árboles muertos, creando una perspectiva.

Para poder contemplar estas obras hay que seguir el sendero Gran Recorrido 93 (o la ruta 8 de los 'Caminos de Cameros') en dirección Sur, hacia Jalón, por el camino del Molino, en paralelo al río Leza. «La intervención en el entorno natural es mínima, puesto que solo se precisa del espacio necesario para que el artista pinte alrededor del árbol seco y como mucho se ha retirado alguna zarza para garantizar la seguridad de la persona que pinta mientras lo realiza», advierten desde la asociación, aclarando, además, que «se han usado pinturas biodegradables que, en contacto con la lluvia y con la posible filtración al suelo, no agreden al medio ambiente, por tanto, el impacto es muy bajo».

El arte en la naturaleza es un fenómeno cada vez más habitual en La Rioja y que de alguna manera se inició en la ermita de Lomos de Orios de Villoslada, se consolidó con el programa 'Arte en la Tierra' de Santa Lucía de Ocón y ha tenido más ejemplos, como las arquitecturas efímeras del festival Más Madera de Valgañón. Por otra parte, Pedro Ramírez de Arellano, guarda forestal de la Finca Ribavellosa de Almarza, aprovecha los árboles tronchados para esculpir animales con motosierra.

El objetivo de Amigos de San Román, como en otras acciones, es poner en valor los recursos naturales de la localidad para redescubrirlos y conocerlos. Y la intención es que en el futuro se vuelvan a realizar intervenciones similares, aunque no sean en la dehesa Boyal, un sobresaliente bosque de robles y acebos de la Reserva de la Biosfera.