Arnedo, refugio festivo por San José

Pese a que la temperatura era todavía más próxima al invierno que a la cercana primavera, los arnedanos no se amilanaron y se lanzaron desde primera hora a calentar el ambiente. Sin que se les notara la edad, los de La Chispa se lanzaron a celebrar sus 40 años de peña. El cuarto de los que visten de verde despertó con un almuerzo a eso de las 8 de la mañana para encaminarse con sus dianas y pasacalles con la charanga La Muralla hasta el recorrido de la primera suelta de reses bravas.

Fieles a la llamada, cientos de vecinos llegaron hasta el trazado de la calle República Argentina para disfrutar con las carreras, recortes y quites de la ganadería de Vicente Domínguez, de la vecina navarra de Funes. Hubo recortes muy ovacionados. La primera suelta fue ayer larga, durante hora y media, sin repetir en el pabellón Arnedo Arena -como sí se hará esta mañana- y finalizó con un encierro chiqui con becerras. Y para acercar la afición a los más pequeños, la Asociación Toro en la Calle sacó a sus toros hinchables, divirtiendo a todos.

Desde ahí, el ambiente lo acaparó la Puerta Munillo, eje de la ciudad. La peña La Chispa ofreció una degustación de suelas de jamón al son de la charanga La Isaseña, mientras Makoki, el Can y su Grupo Vela recorrían el vermú en diversas terrazas con su música.

Tras las comidas de la Tao y la Lubumbas, la lluvia quiso aguar la fiesta. Pero los arnedanos no lo permitieron: la mayoría de los actos estaban programados a cubierto, como el concierto de Toto y Nazarí en la Tao, la verbena en la carpa de la plaza de España con la orquesta La Fania o las fiestas en las sedes de las peñas. Era la primera prueba ante un fin de semana con previsión de lluvias. Los arnedanos no claudican.