Arnedo reconquista su castillo

La fortaleza militar que corona la peña ya no está invadida de malezas y escombros. Ahora vuelve a ser un castillo. «Hemos descubierto su estructura interna, que no conocíamos por estar cubierta de vegetación», aplaude el arqueólogo David Eguizábal, que valora el buen estado de conservación de lo hallado.

Manteniendo el acceso en zig-zag defensivo de sus orígenes, cuyo paso deja pensar que tuvo un foso, la recuperación sorprende al encontrar el primer patio empedrado, con un gran aljibe que recogía las aguas de la fortaleza. Como comprobaron las autoridades en la reciente visita y podrán hacerlo los interesados en próximas rutas guiadas, un estrecho pasillo, también con instinto defensivo, comunica con el patio superior, donde aparecieron dos tumbas musulmanas, de entre los siglos VIII y el X. Los trabajos han fortalecido la erosionada base de muros, la torre, sus almenas encaradas a cada esquina... Lo han conquistado.