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Sábado, 21 de abril 2018
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Ellos, que son el futuro, han viajado al pasado para devolverlo al presente. Los alumnos de 3º de Secundaria del colegio La Salle-El Pilar de Alfaro se trasladaron durante una semana, del 8 al 14 de abril, a la aldea del Pirineo aragonés de Búbal. Allí, han convivido, compartido semana con compañeros de su misma edad del colegio Abad Sola de Gandía y han arrimado el hombro para volver a hacer de Búbal un lugar con vida.
Son los objetivos del programa 'Recuperación y utilización educativa de pueblos abandonados', que pone a los chicos a trabajar de manera directa y activa, bautizada como 'tajos', en tareas rurales. A la par, compartieron talleres variados y actividades por la convivencia y la sensibilidad educativa ambiental con el medio, como describe su profesora Bárbara Molina.
Su proyecto 'El cambio climático y sus consecuencias en la desertización del suelo y la degradación del territorio' obtuvo la mejor calificación a nivel nacional, lo que llevó al grupo a la estancia en Búbal. Allí realizaron tajos como cortar y apilar leña, limpiar ríos y caminos, dar de comer a los animales y limpiar sus habitáculos, limpieza del invernadero... En los talleres se adentraron en la antropología, investigando la vida y tradiciones del valle de Tena, elaborando productos cosméticos con plantas o aprendiendo a orientarse. Dejaron huella en Búbal. Y Búbal en ellos.
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