Las jotas pusieron el punto final festivo en Alfaro
El tercer encierro, un parque infantil de hinchables y el concierto de Amigos de la Jota cerraron este lunes las fiestas del Burgo
Mientras en el resto de La Rioja los peques ajustaban mochilas para ir al colegio y los mayores apuraban el desayuno para pasar por ficha, los alfareños este lunes calculaban cuándo desperezarse para llegar al encierro, una de las citas más tradicionales de las fiestas por la patrona de Alfaro, la Virgen del Burgo. Pero este martes ya no tienen excusa para librarse. Este martes, en una jornada con sabor a lunes para ellos, sí o sí, los alfareños habrán consumido todas sus fiestas del año y no les queda otra que regresar a sus obligaciones cotidianas. Después de dedicar el domingo a la patrona, el lunes avanzó con sol radiante para reunir a cientos de personas al mediodía en el encierro de reses bravas. Durante una hora y 40 minutos, por el trazado entrecruzado de varias calles, los aficionados retaron a los astados de Enrique Domínguez, de Funes, en carreras, citas y quites. Y algún susto al embestir un animal uno de los vallados en la calle Tudela.
Al finalizar, esa calle se llenó de niños y familias para acompañar a la carrera a los bueyes que participaron en una nueva trashumancia urbana en la fiestas alfareñas. Otros vecinos ya llenaban terrazas para el vermú.
La tarde, ya en transición hacia el día a día, preparó un parque de hinchables para los niños en la Puerta Tudela. A unos metros, cuando comenzaba el atardecer, la Asociación Amigos de la Jota desplegaban su repertorio dirigida por Diego Urmeneta en el Trinquete. Ponían música tradicional para las fiestas más íntimas de Alfaro. Las últimas.
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