«Le han destrozado la vida a mi hijo, le han robado la adolescencia»

La vida puede cambiar en un momento. Y eso le pasó a la familia de Juan Cuatrecasas. Un día advirtieron cambios en el comportamiento de su hijo, que tenía 13 años, y descubrieron presuntos abusos sexuales por parte del profesor de su hijo y supuesto acoso escolar de algunos compañeros. La situación de la familia cambió y tras comprobar la falta de apoyos y recibir amenazas, según cuenta Cuatrecasas, decidieron cambiar su residencia a Haro, donde el padre de familia había veraneado desde siempre. En la ciudad jarrera llevan viviendo desde el 2013 y ahora se encuentran a la espera del inicio del juicio contra el profesor, ya que está a punto de finalizar el auto de instrucción.

Juan Cuatrecasas remonta los hechos a los cursos entre 2008 y 2010 en el colegio Gaztelueta de Vizcaya, que pertenece al Opus Dei. En ese tiempo afirma que su hijo «sufrió vejaciones, abusos sexuales, humillaciones y agresiones». Se dieron cuenta de que algo pasaba al año siguiente. «Vimos rechazo por parte de los compañeros que habían sido sus amigos y se encendió la luz de alarma», comenta el padre. Le cambiaron de colegio, pero «dice que le amenazaban chavales» del otro colegio.

El hijo de Cuatrecasas comenzó a hablar y descubrieron presuntos abusos por parte del preceptor de su hijo. «Se ganó su confianza y atacó como un cazador». «El acoso de los compañeros venía inducido por el profesor, que quería aislarlo».

La familia decidió comunicárselo al colegio. El ahora director «se echó las manos a la cabeza y dijo que iba a tomar medidas», pero «vimos que no hacían nada y fuimos a Educación del Gobierno Vasco». El asunto pasó a Fiscalía de Menores, «se archivó el caso y condenaron a dos menores».

El fiscal Calparsoro decidió retomar el caso y «dio credibilidad a la versión del niño, pero se archivó por falta de pruebas». También reconoce que el propio padre recibió «amenazas por la calle». Al poco decidieron coger las maletas y venir a Haro

Al cumplir 18 años, ahora tiene 20, el hijo de Juan puso una querella contra su preceptor y se abrió el periodo de instrucción. «Los informes periciales le dan 100% de veracidad a mi hijo». Ahora, el profesor «está procesado y se ha abierto el procedimiento vía sumario». El auto de instrucción finaliza en febrero y dará comienzo el juicio.

Juan Cuatrecasas sólo espera que «el colegio y las instituciones judiciales y religiosas tengan un reconocimiento público, un resarcimiento moral y un perdón sincero y público». «Sólo quiero que se reconozca a la víctima», asegura.

La familia incluso escribió al Papa y recibieron respuesta. «Por carta nos dijo que iba a llevar el caso al Tribunal para la Doctrina de la Fe», pero tras una reunión con gente «que decía venir en nombre del Papa» se archivó el caso.

El hijo de Juan tiene ahora 20 años y está estudiando a distancia. «Tiene fobia a las aulas y le falta concentración», asegura. La situación ha afectado a toda la familia, pero reconoce que «le han destrozado la vida a mi hijo». «Le han robado la adolescencia, una etapa de aprendizaje y sociabilidad. Mi hijo es asocial».

Desde que descubrieron que algo pasaba han pasado casi seis años hasta que el niño ha ido contando, creen, que todo. «Las víctimas de abusos no se sientan y lo cuentan todo a la vez, todo va poco a poco y muchos o no lo cuentan nunca o acaba en tragedia».