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'Las vírgenes suicidas': los difíciles comienzos de Sofia Coppola

'Las vírgenes suicidas': los difíciles comienzos de Sofia Coppola

Ópera prima ·

La hija de Francis Ford Coppola se convirtió en una reputada directora con la adaptación de la novela de Jeffrey Eugenides después de que la crítica hundiera su carrera de actriz

BOQUERINI

Miércoles, 9 de enero 2019

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Pese a ser hija del insigne Francis Ford Coppola, no lo tuvo nada fácil Sofia Coppola (Nueva York, 1971) para llegar a ser una reconocida cineasta. Nacida en el seno de una familia de creadores y cineastas, su madre, Eleanor Coppola, es escritora, artista y decoradora. Su abuelo, August Coppola, fue director de orquesta, músico y compositor, y su abuela, Italia Coppola, fue actriz. Tiene como primos a los actores Nicolas Cage y Jason Schwartzman, su tía es la también actriz Talia Shire y su hermano Roman Coppola es guionista y productor.

Al terminar sus estudios, Sofía, que obviamente había mamado el cine desde pequeña, incluso apareciendo en películas de su padre, creó una línea de ropa llamada Milkfed que tuvo bastante éxito, sobre todo en Japón. Pero parecía predestinada en la interpretación, desde que, siendo un bebé, apareció en la película 'El padrino' en la escena del bautismo interpretando a Michael Francis Rizzi y posteriormente en 'El Padrino II' aparecía como un niño inmigrante.

Francis Ford Coppola siempre la incluía en pequeños papeles en sus películas: En 'Rebeldes' era una niña pequeña acreditada como Domino. Con este mismo nombre aparecía también en 'Rumble Fish' y en 'Cotton Club'. Es Nancy Keller en 'Peggy Sue se casó' y una joven sin acreditar en 'Tucker: un hombre y su sueño'. Tambien hace pequeñas apariciones en 'Frankenweenie' como Anne Chambers (acreditando de nuevo como Domino, en 'Faerie Tale Theatre: The Princess Who Had Never Laughed' donde es Gwendolyne (usando el nombre de Domino), en 'Anna'de Yurek Bogayevicz donde es Noodle, y una breve aparición sin acreditar en el primer episodio de 'Star Wars. La amenaza fantasma'. En 1989 escribió con su padre el segmento 'La vida sin Zoe' de 'Historias de Nueva York'.

Pero la debacle para su incipiente carrera de actriz llegó cuando Francis Ford Coppola ofrece a su hija un personaje más extenso, el de Mary Corleone en 'El Padrino Parte III'. Francis había pensado el personaje para Winona Ryder, pero una inoportuna enfermedad de éste le impidió ponerse ante la cámara, y ya sin tiempo de buscar a una nueva actriz, el director recurrió a su hija para que lo interpretase. La crítica se ensañó con Sofía Coppola. Se llevó el premio Rapsberry ('frambuesa') a la peor interpretación del año, y aunque su trabajo tampoco era tan malo, los palos fueron creciendo como una bola de nieve, atacando a Sofía. La actriz tampoco se molestó tanto, asegurando que «nunca quise convertirme en actriz».

Sofia Coppola, en el rodaje de 'Las vírgenes suicidas'.
Sofia Coppola, en el rodaje de 'Las vírgenes suicidas'.

Tras 'El Padrino Parte III', Sofia Coppola estudia Cine en el Instituto de Artes de California, donde hace su primer cortometraje como directora de 'Lick the Star' (1998). Realiza también diferentes videoclips y un año después ya está preparada y segura para debutar como directora. Decide adaptar una novela de Jeffrey Eugenides que le había impactado mucho, 'Las vírgenes suicidas', que contaba los recuerdos de un acontecimiento trágico que marcó la adolescencia de un grupo de jóvenes: el suicidio de las hermosas hermanas Lisbon, que vivían en su barrio bajo la tutela de unos padres demasiado estrictos. La propia Sofía escribe la adaptación y el guión y eligen un reparto que le da seguridad: Kathleen Turner, Kirsten Dunst, James Woods, Josh Hartnett, Michael Paré, Scott Glenn, Danny DeVito, A.J. Cook, Hanna Hall, Leslie Hayman, Chelse Swain, Josh Hartnett, Lee Kagan, Robert Schwartzman…

La película es una pequeña producción de seis millones de dólares, que puede controlar en todo momento. La trama muestra como en un barrio residencial de Estados Unidos, a mediados de los setenta, pocas cosas pueden turbar la tranquila armonía de la familia Lisbon. Hijas de un profesor de instituto (James Woods) y su estricta y religiosa mujer (Kathleen Turner), las cinco hermanas Lisbon, Lux (Kirsten Dunst), Mary (A.J. Cook), Cecilia (Hanna Hall), Therese (Leslie Hayman) y Bonnie (Chelse Swain) se transforman en sus años adolescentes en criaturas gloriosas e inaccesibles, transportando a los chicos del vecindario a nuevas sensaciones de anhelo y deseo, que suspiran por ellas cada vez que ven sus melenas rubias al viento.

Sin embargo algo hace que todo este paraíso cambie cuando Cecilia, la menor de las hermanas, se suicide a los doce años de edad. ¿Cómo puede convivir la belleza en estado puro con una macabra historia adolescente? Ésta es la pregunta que persigue a uno de aquellos adolescentes, Trip Fontaine (Josh Hartnett) que ya en su madurez no ha podido borrar de la mente los sucesos que ocurrieron veinte años antes.

La película se rueda en localizaciones de Canadá (Toronto y Ontario). Sofia Coppola logró un clima nostálgico mediante un peculiar estilo visual en el que las imágenes se encadenan formando una especie de álbum de fotos que trata de recrear la realidad a partir de la mirada de las protagonistas con forma de flash back. La banda sonora del film, compuesta por el grupo francés Air, transmite un sentimiento atemporal que contribuye a crear esa atmósfera casi onírica en la que se desarrolla la película. 'Las vírgenes suicidas' se presenta en el Festival de Sundance obteniendo excelentes críticas. En España se estrena el 5 de mayo del 2000 y funciona muy bien.

La carrera de Sofía Coppola ya ha encontrado su camino. Después vendría 'Lost in Translation' (2003), por la que gana el Óscar al mejor guion original, convirtiéndose en la tercera directora de su familia en ganar un Óscar, tras el de su padre Francis Coppola y el de su abuelo Carmine Coppola.

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