Borrar
Penélope Cruz, homenajeada en San Sebastián. Europa Press
Penélope Cruz: «Soy como un personaje de Almodóvar»

Penélope Cruz: «Soy como un personaje de Almodóvar»

La actriz recibe el Premio Donostia por una carrera internacional sin abandonar España: «Desde que soy madre, mis hijos son la prioridad»

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Viernes, 27 de septiembre 2019

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Penélope Cruz pisó por primera vez el Festival de San Sebastián hace 25 años, cuando presentó 'Todo es mentira'. Tenía 20 años y ya había hecho realidad los sueños que le asaltaban en la peluquería de su madre en Alcobendas, cuando simulaba hacer los deberes pero en realidad espiaba fascinada a las clientas. «Con cuatro o cinco años ya me gustaba jugar sola e interpretar, ser otros. Era algo que me daba mucha libertad y me servía para conocerme a mí misma», contaba pocas horas antes de recoger el premio Donostia. «Era una niña cuando empecé, tenía 14 años. He crecido en el cine y he descubierto muchas cosas, porque el instrumento de nuestro trabajo son las emociones, estudiar el comportamiento humano, que es un pozo sin fondo. Eso es lo más fascinante de la interpretación».

Penélope Cruz protagonizó la rueda de prensa más multitudinaria de esta edición, como la gran estrella internacional que es. Respondió a las preguntas en castellano e inglés y confesó que cuando José Luis Rebordinos le anunció que iba a ser una de las merecedoras del Donostia más jóvenes de la historia (Ewan McGregor tenía 41 años cuando lo recogió y ella 45), le preguntó si estaba seguro. «Soy un poco como un personaje de Almodóvar, así que pensé si no me iba a pasar algo malo», confesó. El honor, que incluye su imagen en el póster del Zinemaldia, se suma a la ristra de premios que ha cosechado, entre ellos un Oscar, tres Goyas, el premio de interpretación en Cannes y el César honorífico.

Cruz es la quinta artista española que recibe el Donostia tras Fernando Fernán-Gómez, Paco Rabal, Antonio Banderas y Carmen Maura. Algo con lo que no podía soñar cuando anunció a su familia que quería ser actriz. «Ellos no tenían referentes, no conocíamos a nadie que se dedicara a esto», recordó. «Era como decir que quería ser astronauta. Tenían miedo y me pidieron un plan B. Les agradezco que no se rieran de mí». En 1997, Bigas Luna la unió a Javier Bardem bajo un toro de Osborne en 'Jamón, jamón'. El idilio tuvo que esperar hasta 2007, cuando Woody Allen fue su celestino en el rodaje de 'Vicky Cristina Barcelona'. Son el único matrimonio de España que, además de sus dos hijos, Leo y Luna, puede presumir de tener un Oscar cada uno.

«Paso bastante más tiempo aquí que en Hollywood», precisó. «Hubo una época en que era al revés, pero desde que soy madre esa es mi prioridad». La actriz contó que, después de todo, no vive tan lejos de donde creció, Alcobendas. «De vez en cuando me doy una vuelta por la calle donde vivía con mis padres y me impresiona mucho». Siempre tuvo claro, remarcó, que su aventura americana implicaba regresar a Madrid. «Me fui a Hollywood con un billete de ida y vuelta, así fue durante los primeros cinco años. Me sentía más segura y no quería renunciar a trabajar en Europa, en Francia e Italia. Es lo que por suerte he podido hacer en los últimos años».

Aquella bailarina del Conservatorio Nacional que apareció en un videoclip de Mecano supo qué era la popularidad de la mano de su primera pareja oficial, Nacho Cano. Después vendrían los trabajos con Almodóvar, el salto a Hollywood, que incluyó un noviazgo de tres años con Tom Cruise, y el Oscar hace diez años como mejor actriz de reparto por 'Vicky Cristina Barcelona'.

«He mamado valores como el del trabajo en mi casa, se lo debo a ellos», reconoció. «Los diecisiete años de ballet clásico también me inculcaron la disciplina. Yo llegaba a un rodaje con una actitud casi militar, dispuesta a pasar horas de frío o lo que fuera. Y daba cada vez más como manera de agradecer a la vida lo que me estaba pasando».

Penélope Cruz se fotografía con el público en San Sebastián.
Penélope Cruz se fotografía con el público en San Sebastián. Efe

Pedro Almodóvar la llamó por primera vez para un posible papel en 'Kika'. «Tenemos una unión muy especial desde el día que le conocí. Nos leemos la mente y nunca nos podemos engañar, lo que en un rodaje es muy beneficioso. Pedro es como de la familia», describe la protagonista de 'Dolor y gloria'. Bigas Luna también es un director esencial en su carrera y en su vida. «Le echo mucho de menos. No pudimos despedirnos de él porque no quiso que supiéramos que estaba enfermo. Él nos dio la primera oportunidad a Javier y a mí». Fernando Trueba, que la dirigió en 'Belle Epoque' y 'La niña de tus ojos', también es «alguien muy especial».

A Penélope Cruz le gusta tanto como el rodaje preparar los personajes viajando y perfeccionando acentos como el de su personaje cubano en 'La red avispa', del francés Olivier Assayas, su último trabajo proyectado en San Sebastián. La actriz encarna a la mujer de uno de los espías cubanos encarcelados en 1998 por tratar de combatir a los mercenarios anticastristas que atentaban en la isla. «Me llena mucho descubrir otras formas de vida, la excusa es preguntar cosas sobre tu personaje». Su oficio, certifica, le ha hecho crecer como persona. «Creces porque sientes empatía y comprensión por gente con la que en la vida real a lo mejor no te tomarías ni un café». Salir afeada o intepretar a mujeres mayor que ella supone un aliciente. «Los actores estamos para servir a una historia desde un lugar donde el ego no opina. Cambiar el acento o el físico es algo que recibimos con los brazos abiertos. Nunca he querido hacer el mismo personaje dos veces». En la nómina de retos, dirigir, algo que le confesó querer hacer a Pedro Almodóvar cuando tenía 16 años en el bar La Gloria. «Tengo 45 y no me he atrevido ni me ha dado tiempo».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios