PP: "Los carriles socialistas eran delirantes"

Los miembros del Consejo Social de la Ciudad decidieron que todas las peticiones relacionadas con el establecimiento de carriles bici en la ciudad "deberían estudiarse teniendo en cuenta el conjunto de la movilidad de la ciudad", ha señalado el PP en un comunicado.

Es decir, se incluirían en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de la Ciudad de Logroño que se está redactando en estos momentos. Un proyecto que tiene en cuenta el transporte público, los itinerarios peatonales, las distintas vías de circulación, los aparcamientos, la carga y descarga, actuaciones en el viario.

Una decisión por tanto "coherente y que evitará que se repitieran los graves errores que los logroñeses padecieron durante el anterior Mandato". Pero el portavoz del Partido Socialista, Domingo Dorado, a la sazón principal responsable de estos despropósitos cometidos en la época del bipartito Psoe-Pr, no está de acuerdo.

Una vez más, Dorado "va por libre y se descuelga de toda lógica y de todo acuerdo para proponer tres tramos de carril bicis más; sueltos, sin conexión, sin estudio de ningún tipo". Por dar la rueda de prensa del día, el socialista continúa con su política "frívola y falta de rigor".

Una manera de actuar que "le llevó a instalar itinerarios diversos por la ciudad en claro conflicto con los peatones y que provocaron el enfado de muchos logroñeses que lo sintieron como una agresión en lugar de como un sistema de movilidad que mejora la calidad de vida en la ciudad" .

El Partido Popular así lo entiende y por ello "actúa con coherencia y coordinadamente con el resto de actuaciones relacionadas con la circulación urbana. También consultando y contando con los vecinos, que son los que mejor conocen las circunstancias del día a día de Logroño. Así se está trabajando en este Mandato, además de haber tenido que subsanar, o al menos intentarlo, los errores de los socialistas".

Ahí está el máximo exponente de sus despropósitos, el carril que atraviesa la acera de Muro de Cervantes, a los pies de una parada de autobús -y que el actual Gobierno ha intentado paliar reforzando la señalización-; pero los hubo que acababan en un contenedor o incluso en sentido contrario; carriles que iban de ningún sitio a ninguna parte; itinerarios sin señalizar; pavimentos que se colocaban y a los pocos meses se volvía a levantar para pintarlos de nuevo... un sinfin de chapuzas una detrás de otra.