El miércoles se abre al tráfico la primera calle sobre las vías

El miércoles de la semana que viene será un día histórico para Logroño. Un día para la pequeña historia de la ciudad, al menos: ese día, estará abierta la primera calle que cruzará sobre la antigua trinchera del ferrocarril.

Será la prlongación de Juan Boscán y Lope Toledo. Con ella, Cascajos y Lobete quedarán unidas al tráfico y a los peatones por primera vez.

Sin pasarelas, ni pasos peatonales: las obras dejan ya al descubierto unas vías asfaltadas y unas aceras embaldosadas: el tejido de la nueva ciudad que abre el soterramiento.

La apertura promete cambia el tráfico de la ciudad, con el nacimiento de otra vía de comunicación norte-sur distinta de las (pocas) que ahora mismo existían, sobre todo en la zona oeste de la ciudad.

La apertura de la calle suponen la desaparición de los tráficos peatonales transitorios que han estado ahí durante años: las sucesivas pasarelas, ya derribadas, y el pasillo hormigonado que se abrió hace pocas semanas.