Paloma San Basilio sobrevuela la vida de Chema Fernández

Su peluquería, en el número 69 de la calle Pérez Galdós, delata la debilidad de Chema Fernández Varela por Paloma San Basilio. Un traje de la artista asoma a su estrecho escaparate, mientras que en el interior a menudo suenan los temas de la cantante madrileña. Fotos, discos y CDs completan el atrezzo de la Peluquería Varela.

Cuando habla de Paloma San Basilio, Chema se transforma. Fue hace unos 15 o 20 años cuando saltó la chispa "al verla tan guapa y con tanta clase", nos comenta. El primer encuentro cara a cara tuvo lugar en el Teatro Bretón, tras un concierto de ella. Luego llegarían otros muchos "en Bilbao, Pamplona, Madrid,.. Siempre ando siguiéndola; la habré visto en 25 actuaciones". Y sabe todas sus canciones, incluso el nuevo disco que va a sacar ahora, 'Amolap'. Reconoce que no es su favorito, con esos sonidos renovados y guiños electrónicos, porque Chema Fernández prefiere a la Paloma de siempre.

¿Sus temas favoritos? 'Cariño mío', 'Por culpa de una noche enamorada', 'Por qué me abandonaste', 'Juntos'. "A veces los canto aquí (en la peluquería), donde siempre pongo sus discos, aunque los clientes se van a aburrir de tanto oirla. Siempre que estoy solo escucho sus canciones y bien altas, también las pongo en mi casa,... estoy a todas horas con ella".

¿Cómo es Paloma San Basilio en las distancias cortas? "Yo la veo noble, buena persona. A mí siempre me atiende bien, nos tenemos un cariño muy especial, como si nos viniera de otras vidas", cuenta Chema de esta relación que se mantiene viva de concierto en concierto y, de vez en cuando, vía telefónica.

Como peluquero, dice haber peinado en una ocasión a la artista. Si ahora se pusiera en sus manos, quizá cambiaría algo su look "porque a veces la ponen un poco seria, un poco marujoncilla".

De momento se conforma con los dos trajes que tiene de Paloma San Basilio, regalo personal de la cantante. El negro que lució en la presentación del musical 'My Fair Lady' y otro de fiesta en colores blanco y malva que evidencia su paso por numerosos escenarios. "Hay gente que me los pide para una boda, pero no los dejo".

La ilusión de este peluquero sería montar un museo de la artista en Logroño, aunque sabe por la propia Paloma que su destino será Madrid, "aunque nunca se sabe...".