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Los cuerpos de un hombre y una mujer sin vida fueron localizados en el entorno de su domicilio en el lugar de Amendo, en el municipio ourensano de Taboadela ./ Efe
Una mujer encuentra a sus padres muertos en Orense
SUCESOS

Una mujer encuentra a sus padres muertos en Orense

Los cadáveres de ambos presentaban disparos aunque se descartan el robo y el suicidio como posibles móviles del crimen

EFE |

Domingo, 26 de abril 2009, 23:38

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Un matrimonio formado por José M.V., de 65 años, y Teresa C., de 63, han sido encontrados muertos a tiros en el patio de su casa por una hija, según informa la Guardia Civil. Los hechos tuvieron lugar en el lugar de Amendo, en el municipio orensano de Taboadela, y los agentes del Instituto armado investigan los motivos, entre los que parece descartarse el robo, ya que la casa no estaba revuelta.

La hija ha encontrado poco antes de las 13:00 horas lo cadáveres de sus padre, cuando, como cada domingo, acudía con su marido e hija pequeña a comer con sus padres. Los vecinos han explicado que la joven no vio al llegar a sus padres dentro de la casa, pero luego los encontró en el patio y, al avisar a sus vecinos y Guardia Civil, sólo acertaba a decir: "mis padres están muertos".

Fuentes de la Guardia Civil han informado de que el cuerpo de José Martínez tenía un impacto de bala en el cuello y su esposa dos en el cráneo, pero el arma utilizada no fue hallada en el lugar, lo que descarta también la hipótesis del suicidio. Las mismas fuentes señalan que la casa estaba con todo en su sitio, mientras que el hombre yacía en el patio y la mujer, en un pequeño local en el que el matrimonio criaba animales.

Tras el hallazgo de los cuerpos, la casa fue aislada mientras en el patio, los forenses y el juez de guardia, inspeccionaron los cuerpos, que fueron trasladados en ambulancia judicial al Complejo Hospitalario de Ourense. La autopsia determinará el momento de la muerte de los sexagenarios, ya que fueron visitados por su hija el viernes y hasta hoy ninguno de los vecinos los vio por las calles del pueblo.

José Martínez, según los vecinos, se jubiló hace poco más de un año de su trabajo de delineante en una empresa constructora y su esposa era costurera, aunque dejó de trabajar hace unos meses, tras romper una cadera.

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