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Gedeón Guardiola, ante el Ciudad Real./FERNANDO DÍAZ
A siete goles del cielo
Balonmano

A siete goles del cielo

El Naturhouse lleva un buen año... pero con sólo un poquito más sería un año extraordinario

PABLO ALVÁREZ | LOGROÑO

Viernes, 5 de diciembre 2008, 17:01

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«Es algo que sabemos», reconoce Jota González, el entrenador del Naturhouse. Los últimos minutos le han pasado factura a sus jugadores en algunos partidos, aunque no en tantos como pueda parecer. De hecho, en tres de los ¡seis! empates que llevan los riojanos, quienes se han aprovechado de los últimos segundos para igualar han sido los riojanos. Pero en los otros tres, más en la derrota ante Ciudad Real, ése último minuto no ha valido para nada. Para nada bueno, se entiende.

«Todo hay que analizarlo», explica González. «Cada final de partido es distinto, porque queda distinto tiempo, el rival defiende de una manera diferente... Pero la idea de lo que queremos hacer en estas situaciones sí que las trabajamos. Luego es cuestión de que salga».

Pero con sólo esa «pizca de suerte» que Jota echaba en falta tras el encuentro ante Ciudad Real, el Naturhouse estaría en una situación muy diferente. Sus 10 puntos actuales se hubieran convertido en 17, y la novena posición, con muy pocas opciones de entrar en la Copa del Rey, sería una sexta plaza, empatada con la quinta, y con la Copa asegurada. Lo dicho: la diferencia entre un buen año y un año extraordinario para el CB Ciudad de Logroño.

Reglamento

Aunque pueda parecer que en un deporte como el balonmano debería ser muy difícil empatar, la realidad es que al final hay más empates de los previsibles. Y parte de la responsabilidad de esa realidad la tiene la normativa del juego, que facilita la tarea de la defensa en los últimos instantes. Ahora mismo, si un equipo quiere interrumpir, aunque sea duramente, el último ataque del rival, la cosa le sale barata. «Si te dan un puñetazo, les sacan la roja y les ponen un partido de sanción. Pero eso a mí ya no me sirve de nada, y quizá me convenga que ese jugador estuviera contra el siguiente rival de ese equipo», afirma Jota. Para él, «ese tipo de acciones tendrían que tener sanción dentro del mismo partido, como con un penalti directo. Aunque igual a los árbitros les costaría pitarlos».

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