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PÍO GARCÍA
Domingo, 21 de septiembre 2008, 02:43
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Son sólo dos partidos, pero el Naturhouse respira tranquilidad y optimismo en el comienzo liguero. Sobre todo porque no eran dos partidos fáciles: el Arrate, primer visitante en el Palacio, es un equipo rocoso e ingrato; y el CAI, primer anfitrión de los riojanos, es ya uno de los peces gordos de la liga. Así que encontrarse con tres puntitos a estas alturas del campeonato permite otear el futuro con una sonrisa.
La segunda jornada de la Liga Asobal ha dejado alguna sorpresa: ver al flamante Ciudad Real en mitad de la tabla es un sorprendente espejismo. Su caída en Valladolid ya ha sido aprovechada por el máximo rival de los manchegos, el Barcelona, que no ha perdido la ocasión de endosarle un carro de goles al Keymare Almería, colista tras haber recibido sendas palizas del Granollers y de los azulgrana. Sorpende más ver al Arrate en esos bajos fondos. Julián Ruiz, el sanguíneo entreandor de los eibarreses, debe estar echando humo al ver el titubeante comienzo de su equipo: cayó en el Palacio de los Deportes y volvió a hacer ayer, aunque de forma mucho más dolorosa: en casa, ante el Granollers y por un gol.
En cuanto a los recién ascendidos, tal vez se esperaba más del Cuenca. Los conquenses han logrado conjuntar un bloque con muy buena pinta, aunque por ahora les está tocando comprobar la dureza de la Liga Asobal. Ayer cayeron en Torrevieja (30-26). Los alicantinos van empatados a puntos con el Naturhouse y serán los próximos visitantes del Palacio: el miércoles 24, en plenas fiestas de San Mateo.
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