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Una maqueta de un complejo de viviendas, en el Salón Inmobiliario de Madrid del año pasado. / PINO-EFE
Las inmobiliarias entonan el 'mea culpa' y admiten que subieron demasiado los precios
Economia

Las inmobiliarias entonan el 'mea culpa' y admiten que subieron demasiado los precios

Auguran abaratamientos y piden más ventajas fiscales a la compra El Banco de España aboga por ayudas sólo para colectivos concretos

JULIO DÍAZ DE ALDA

Martes, 8 de abril 2008, 02:22

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En un insólito ejercicio de humildad, el sector inmobiliario ha reconocido que la avaricia rompe el saco. «Hemos subido mucho los precios y hemos expulsado a los consumidores del mercado». Este dechado de sinceridad, que para muchos llega tarde, fue el mensaje planteado ayer por Antonio Trueba, consejero delegado de la inmobiliaria Parquesol, durante una conferencia organizada como antesala de la feria Sima 2008 en la que participaba como representante del ladrillo. En esa misma reunión, los empresarios pidieron al Gobierno más ventajas fiscales a la adquisición de vivienda, mientras el Banco de España se mostró partidario de ayudas no generales sino para colectivos muy concretos. El consenso de los expertos pasa por caídas de precios en los próximos años.

El Sima 2008 abrirá hoy sus puertas con las empresas del sector inmobiliario inmersas en una severa crisis y abocadas a precios a la baja. Las ofertas más imaginativas tratarán de captar algo de demanda para esos miles de pisos que no encuentran comprador, al tiempo que los empresarios intentan a contrarreloj convencer al Ejecutivo de que los problemas del ladrillo terminan impactando en la economía real. En ese escenario, Trueba reconoció que el mercado sufre una sobreoferta notable y un «endeudamiento empresarial extremo», lo que traerá serios problemas. «Tenemos que interiorizar la crisis», afirmó.

El ejecutivo explicó que el sector estaba ya condenado al reajuste de precios antes de que surgieran -el pasado verano- las turbulencias financieras y la crisis de las 'subprime'. Uno de los lastres más pesados de las compañías es su enorme deuda. Préstamos firmados en muy pocos años y que no todas han sabido gestionar. «Ha habido muchas opas, muchos peces pequeños que se comieron a los grandes y van a pasar más cosas», advirtió agorero Trueba. A su juicio, las inmobiliaria han comprado mucho suelo muy caro y no han aplicado a sus balances todo el rigor que debían.

Crisis, sí

«El cambio de ciclo va a durar tres años y será profundo», apuntó el representante de los inmobiliarios. La conferencia, que trataba de dilucidar si existe o no crisis, dejo claro que la hay, y muy seria. «Las grandes inmobiliarias (agrupadas en el denominado G-14) han recortado un 70% interanual la iniciación de pisos en lo que llevamos del 2008», afirmó Trueba, quien se aventuró a pronosticar un descenso de los precios de las casas de hasta el 15% sin descontar la inflación en los próximos dos o tres años.

Pero no toda la culpa es de los inmobiliarios. Para Trueba, parte de responsabilidad recae en una «política urbanística perversa». Para tratar de salir del atolladero, dijo, las empresas deberán plantearse planes serios que contemplen, si es necesario, la venta de sus activos más importantes. Tras esta apocalíptica fotografía del sector, el empresario lanzó un mensaje al Gobierno: «Cada euro que se invierte en ladrillo genera el doble de empleo que en obra civil, ellos (el Ejecutivo) son conscientes y tienen que hacer algo». Entre las peticiones, una política fiscal que empuje a la demanda (más y mejores desgravaciones a la adquisición) y trámites más ágiles que permitan, por ejemplo, desclasificar la VPO construida para compra para convertirla en muy poco tiempo en pisos para alquiler.

El empresario compartió mesa redonda con el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina. Éste último, y sin discrepar de forma directa con el empresario, recordó la importancia de que el Estado no 'juegue' con el superávit. Malo de Molina se mostró partidario de, en lugar de café para todos, apostar por medidas de política presupuestaria «selectivas y de reactivación a corto plazo para los jóvenes, los inmigrantes y las rentas bajas».

El representante del Banco de España puso de relieve el alto grado de endeudamiento de familias y empresas tras el 'boom' inmobiliario, fomentado -recordó- por tipos de interés muy bajos. Explicó que los precios de la vivienda ya están creciendo por debajo de la inflación y advirtió que particulares y empresas -sobre todo éstas- se enfrentan hoy a muchas más complicaciones a la hora de acceder al crédito.

Despidos en Marina D'Or

Por otro lado, el grupo inmobiliario Marina D'Or, cuyos beneficios se redujeron en el 2007 en cerca del 50% respecto al año anterior debido a «la situación de crisis en el mercado inmobiliario», anunció ayer la reducción de alrededor de mil puestos de trabajo en la empresa, según informa Efe.

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