De cantante y ex modelo a primera dama

Carla Bruni, que ha contraido hoy matrimonio con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, dota a Francia de una primera dama cantante y ex 'top model', próxima a la izquierda burguesa, inteligente y culta y con fama de 'Don Juan femenino'.

Después de que las imágenes del jefe de Estado y de Bruni, paseando por Eurodisney, Egipto y Jordania, coparan las portadas de periódicos y revistas desde mediados de diciembre pasado y de que se multiplicaran los rumores de boda, el alcalde del selecto octavo distrito de París, François Lebel, ha anunciado hoy que había oficiado el enlace. Luego ha llegado la confirmación por parte del Elíseo.

De este modo se ha cumplido lo que el propio Sarkozy dijo en una rueda de prensa a comienzos de año, que la prensa se enteraría del matrimonio "cuando ya haya sido". Bruni, ante su primer matrimonio frente al tercero de Sarkozy, es madre de un niño de seis años, Aurélien, fruto de su relación con el filósofo Raphaël Enthoven.

Raíces burguesas

Nació hace 40 años en Italia, en el seno de una familia acomodada y musical, en la que el cabeza de familia era un industrial que componía óperas y la madre una pianista. Su hermana mayor es la actriz y cineasta Valeria Bruni -Tedeschi y su hermano, el difunto Virginio, marino.

La ahora suegra del presidente galo, Marisa Bruni -Tedeschi, adelantó a finales del año pasado que su hija, en su nuevo papel, necesitaría espacio y tiempo para "escribir" poesías, componer música y grabar sus álbumes, ya que está preparando el tercero.

"El presidente de la República no ha visto en ella solamente a una bella mujer. Respeta mucho su faceta de artista. Lo hemos hablado juntos. Está muy de acuerdo", dijo entonces la madre de la artista al diario .

Alta, esbelta, con una larga cabellera castaña y pómulos salientes, el nuevo amor de Sarkozy tiene un parecido sorprendente con la que fue su segunda mujer, Cécilia Ciganer-Albéniz, que también trabajó de modelo en su juventud. Cécilia, de 50 años, y Sarkozy, de 53, anunciaron su divorcio el pasado 18 de octubre, epílogo de una unión de casi 20 años -11 de ellos casados- y de la que nació Louis en 1997.

Una 'top model' en el Elíseo

Al igual que Cécilia, Carla ha optado, desde que va del brazo del jefe de Estado, por los zapatos más planos posibles, para hacer creer que, con 1,76 metros, no es más alta que él, pese a los casi 13 centímetros de diferencia.

Sarkozy, que según sus allegados necesita tener "una mujer a su lado", y Carla Bruni se conocieron, dicen, el pasado 23 de noviembre en una cena en casa de un amigo común.

Hubo un "flechazo" entre el jefe de filas de la derecha francesa, abandonado por su mujer, y el icono "glamour" de la izquierda "bobo" (burguesa-bohemia), a la que le gustaba la derrotada candidata socialista al Elíseo, Ségolène Royal.

"Mis padres siempre han votado a la izquierda. Es un tradición. Nunca votaré a la derecha", dijo la cantante el pasado año a un diario británico. Bruni se instaló con su familia en Francia en 1973, huyendo de las amenazas de las Brigadas Rojas.

De las pasarelas a los escenarios

Estudió música, piano y guitarra, inició estudios de arte y arquitectura, que no acabó, y, a los 19 años, emprendió una carrera de modelo. Llegó a figurar entre los top de la profesión. Se calcula que en su último año de ejercicio, en 1997, ganó más de 7 millones de dólares.

Se lanzó entonces a la música y, tras escribir para otros artistas, sacó a finales de 2002 su primer álbum, 'Quelqu'un m'a dit', que vendió dos millones de ejemplares y fue premiado con un galardón de la música francesa. El segundo álbum 'No promises', lanzado a comienzos de 2007 y con adaptaciones musicales de poemas de clásicos anglosajones, no tuvo el mismo éxito.

Entre sus conquistas amorosas están roqueros como Eric Clapton o Mick Jagger, y supuestamente, los actores Kevin Costner o Vincent Perez o el político socialista francés Laurent Fabius. Sin olvidar al padre de su hijo, Raphael Enthoven, cuya esposa, Justine Lévy, hija del filósofo Bernard-Henry Levy, relató en un ácido libro cómo la artista, a la que llama 'Terminator', le robó a su marido.

Y es que Carla Bruni, según ella misma confesaba no hace tanto tiempo, cree que si bien el amor dura "mucho tiempo", "el deseo ardiente dura dos o tres semanas".