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DOS PUNTOS. Gurutz estalla tras firmar la parada definitiva. / F. DIAZ
La tierra media
I BALONMANO I LIGA ASOBAL

La tierra media

El Naturhouse sigue fuerte en casa y afronta con tranquilidad el tramo más difícil de la temporada

P.M.G.

Domingo, 9 de diciembre 2007, 02:00

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Once puntos. Lejos de las mieles de la cabeza; pero lejos también de las zozobras del fondo. En una liga tan loca, tener once puntitos permite ver la vida con algún sosiego. Sobre todo cuando ahora el Naturhouse encara el tramo más difícil de la temporada: Portland (miércoles), Barcelona (sábado) y Ciudad Real (al inicio de la segunda vuelta) parecen montañas demasiado complicadas de conquistar. «Pero hay que ir a ganar -insiste Jota-, aunque seamos conscientes de que son partidos muy muy difíciles». Para conseguir esos dos puntos ha habido que destrozar algún marcapasos, pero una vez en el zurrón tienen el efecto de un gran tazón de tila. «Estamos en la zona templada y eso nos da tranquilidad».

Una calma que están lejos de vivir -por fortuna para ellos- en Antequera. La marea verde no se contenta ya con ganar en el ruidoso Fernando Argüelles. Ayer martirizó al Valladolid, que va perdiendo las hechuras de equipo grande (27-32). En cambio, los otros dos conjuntos andaluces miran a los malagueños con envidia: tras sus derrotas, Keymare y Algeciras comparten el farolillo rojo.

Porque el Teka escapó ayer del descenso en un partido surrealista. Los cántabros acudían a la cancha del Granollers con los pronósticos en contra. Y durante cincuenta minutos demostraron que los agoreros tenían razón: el equipo vallesano iba recetando una paliza importante a su huésped. 30-23 a falta de diez minutos para el final. Pero entonces algo pasó. O el Teka despertó o el Granollers se derrumbó o una extraña conjunción astral cambió los biorritmos de todos. El caso es que los catalanes encajaron un parcial de escándalo e hincaron la rodilla por 32-34.

La victoria del Teka conlleva de rebote un dudoso honor para el Naturhouse, que ya es el único equipo de la liga que no ha ganado fuera de casa.

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