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CARLOS FERRER
Jueves, 4 de octubre 2007, 12:02
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Disputado encuentro el que jugaron ayer en el San Miguel el Ríver Ebro y el Ciudad de Alfaro, que finalizó con el triunfo del primero con un gol en propia puerta de Alberto.
Mucha entrega en los dos bandos, mucho juego en el centro del campo, mejor ligazón de las jugadas por parte visitante, pero mayor verticalidad en los locales. Todo ello sin que llegaran ocasiones claras en ninguna de las dos porterías, excepción hecha de un poste de Ismael cuando terminaba el encuentro y un cabezazo de Guillermo al que respondíó muy bien Roberto.
El caso es que el Ríver comenzó el partido dominando, llevandola iniciativa, pero sin llegar con peligro a la meta de Rubén. El conjunto alfareño respondía tímidamente con algún contragolpe, que tampoco llevaba excesivo peligro al final. Pudo Alfonso marcar, en la mejor jugada de la tarde, pero su disparo, tras dejada de Ismael, se fue a la izquierda de Rubén.
Nada más iniciarse la segunda parte, Alberto colaboraba con la buena jugada de Alfonso y marcaba en propia puerta. Hubo un posible penalti sobre Ismael no señalado en el minuto 52, y en el 62, Rubén salvó ante la llegada del propio Ismael.
A partir de ahí, el Ríver empezó a dejar el centro del campo al rival y éste, comenzó a trenzar jugadas, a las que les faltó, como no podía ser de otra forma, el remate final.
El juego lo llevaba el conjunto visitante y las contras corrían a cargo de los locales. Como decía su entrenador, quedaban por sufrir los últimos compases del encuentro, que se demoró en exceso, entre las ganas de llegar del Ciudad de Alfaro y las de contener del Ríver Ebro.
Al final, un solitario gol, y en propia puerta, que habla de poca definición, que no de mal juego de los equipos.
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