Un equipo

El Logroñés Club de Fútbol ha funcionado. Luego, lo importante, la competición, juzgará realmente al equipo. Pero, la primera impresión tras el verano es muy buena. Porque, por encima de todo, Balta ha logrado que su equipo sea eso, un equipo. Con todas las letras.

Tras una fácil toma de contacto ante la Oyonesa, los rojiblancos se midieron a todo un Rácing de Santander. Y salieron escaldados. 1-5, y eso que el equipo dio la cara. Sin embargo, cinco goles en contra no fueron casualidad, pese tratarse de un equipo de Primera.

Luego vendría el encuentro en Alfaro, donde el equipo evidenció su cansancio, y la victoria en Anduva. El 11 de agosto, ante Osasuna B, el Logroñés CF se mostró como un equipazo, que se confirmaría en el empate ante el Alavés.

Finalmente, el equipo capitalino recibió al Numancia. En la primera mitad, los rojiblancos dejaron una imagen impecable, que estropearían en un minuto loco de la segunda parte, en el que el equipo se descolocó de arriba a abajo.

Quien se ha encargado de colocar al equipo, de sujetarlo y conducirlo ha sido Marcos Rodríguez (en la foto). El ex jugador del Celta se ha mostrado como el pulmón y guía del equipo. En torno a él intenta Balta que gire el equipo. Y Marcos responde. Eso sí, ante el Alavés, el jugador gallego se quedó fuera por lesión y tanto Alberdi como Pablo Ríos cumplieron a la perfección.

Arriba, Pulga y Paixao han venido a Logroño para aportar calidad, al mismo tiempo que fajarse en la pelea con cualquier defensa. Ahí, en la zaga, el Logroñés CF ha dejado alguna duda y ninguna pareja parece que haya terminado de acoplarse en el centro, aunque se ha notado mejoría. Veremos en Liga. Porque ahí sí es importante todo lo que se haga, tanto bien como mal.