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Cuarto de campeón
BALONCESTO I SELECCIÓN ESPAÑOLA

Cuarto de campeón

Una España en rodaje sufre hasta el último periodo para ganar a una estimable Portugal

PPLL

Jueves, 16 de agosto 2007, 13:27

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Un cuarto de campeón. Cuarto y mitad, a lo sumo. Suficiente para apalizar al final a un rival como Portugal, insuficiente como para reconocer en estos chicos, por el momento, a los mismos que guardan una medalla de oro de un Mundial en la vitrina del salón.

Quizá sea mucho pedir, en realidad. Dice Pepu que sería de preocupar si en estos momentos de la preparación el equipo estuviera bien. Habrá que confiar en el diagnóstico del jefe, porque lo cierto es que a la eñemanía le faltan millas de rodaje.

Anoche, sin ir más lejos, un equipo como Portugal se las puso tiesas mientras le aguantaron las piernas. Los lusos se plantaron sobre el parqué con algo que, por evitar términos menos decorosos, llamaremos hambre. Un equipo que vuelve al Europeo por primera vez en 40 años tiene, sobre todo, voluntad. Estos chicos quieren, tienen algún hombre muy estimable -el base Da Silva, el pívot Evora, el joven Santos- y muy pocas contemplaciones en defensa. Con eso y un poco de velocidad, mantuvo a España boqueando durante los tres primeros cuartos.

Sin referencias

A España le faltaron muchas cosas en esos primeros cuartos. Piernas, sin duda: cualquier portugués llegaba al cruce, al robo, a la ayuda media hora antes que el primer español. Le faltaba defensa, claro. Demasiadas concesiones al juego interior, demasiado triple fácil. Demasiadas veces Pau Gasol vendido teniendo que salir a por un alero solo en la línea de tres. Situación diabólica para un pívot: si sales al triple, te quiebra. Si no, lo tira. Y lo mete.

Le faltaron, en fin, referencias. Pau Gasol tuvo uno de los peores días que se le recuerdan con la selección. Su arranque del tercer cuarto fue clarificador: un jugador como Pau no acepta irse de un partido con 2 de 6 en tiros de campo, así que porfió para comerse la canasta contraria. El resultado fue 1 de 4 en los primeros minutos de la segunda parte, (4 de 11 al final) y Portugal de nuevo cinco arriba.

A todo esto, Calderón no estaba (tras un buen primer cuarto le pudo la fiebre) y Navarro renqueaba, peleado con el tiro: 2 puntos en los dos primeros cuartos.

Entre tanta gente mal dispuesta y los evidentes fallos de conjunción defensiva -Portugal no tendrá muchos partidos de tiro tan cómodo- el partido se volvió incómodo para España, ilusionante para Portugal... y aburrido para un respetable que probablemente esperaba una masacre.

Don Rudy

La porfía se le acabó al final del tercer cuarto. A los lusos se les acabó la gasolina, cierto, y Da Silva llevaba un rato con cuatro faltas en el banco. Pero la responsabilidad del cambio de marcha fue de los de casi siempre en estas lides: Sergio Rodríguez-hasta entonces un tanto gris- y un enorme Rudy Fernández.

El alero de la Penya sería titular en el 99% de los equipos de la tierra. En éste puede que no salga de inicio -La Bomba tiene galones- pero acaba siendo algo más que un revolucionario. Ocurrió la semana pasada ante Venezuela, volvió a ocurrir anoche. Don Rudy jugó sólo 8 minutos en la segunda parte. Le bastó. Tiempo suficiente para acabar con la moral de los lusos. Un triple con acrobacia. Un robo y una asistencia marciana a Felipe. Dos tiros libres. Así es minuto y medio en la vida de Rudy Fernández. Adiós, Portugal, el partido se acabó. Lo ha dicho don Rudy.

En fin. La diferencia en el baloncesto hace estas cosas. España jugó mal, Portugal hizo un gran partido. Al final, gana por 17... España. No es cosa de preocuparse. Los de Pepu tienen recorrido, y ninguno de sus males parece insaltable. Pero conviene recordarlo: aparece un Portugal, y nada es fácil.

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